La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a cinco hombres a penas de cárcel de 5 años y 9 meses de prisión para uno de ellos, 4 años y 3 meses para otro, y 3 años y un día para los otros tres, y a una multa de 5,2 millones de euros para cada uno, por un delito de tráfico de drogas con daño a la salud.
Este cometido lo encargó a uno de los acusados, para que dirigiese el cultivo y recolección del producto y se encargase de la vigilancia de la finca. En esas labores también intervinieron los otros tres acusados.
Con fecha 29 de agosto agentes de la Guardia Civil encontraron el terreno y, en él, una plantación de ‘cannabis sativa’ de unas 70.000 plantas con un peso de 4.560 kilos y que alcanzarían en el mercado ilícito un valor aproximado de 4.756.080 euros; unas 5.000 plantas de ‘cannabis sativa’ en proceso de secado con un peso de 260 kilos y un valor de 271.180 euros; y 48 sacos con cannabis sativa en seco, con un peso de 155 kilos y un valor de 161.665 euros.
Se encontraron igualmente como diversos útiles para su cultivo, secado, recolección y posterior venta, estando implicados en el cultivo y posterior trata de dichas plantas para su venta.
Asimismo, en la vivienda en la que residía el acusado encargado de la finca se hallaron, entre otras cosas, una bolsa de plástico con unos 240 gramos de picadura de marihuana, un libro sobre el cultivo de marihuana, varias bellotas de hachís, 217 cápsulas secas de adormidera y facturas de compra de material de riego y productos fitosanitarios.
En las tres tiendas de campaña en las que se quedaban los otros tres acusados se hallaron botes de plástico y metálicos con cogollos de marihuana, semillas de cannabis, bolsa con cannabis seco y bellotas de resina de cannabis.
El total de las sustancias estupefacientes incautadas hubiera alcanzado en el mercado ilícito un valor aproximado de 5.191.238,65 euros.
Además, cuando ese 29 de agosto los agentes de la Guardia Civil fueron a practicar la detención del acusado responsable de la finca, éste salió corriendo, iniciándose una persecución y, cuando lo atraparon, llevaba una pistola y siete cartuchos, para la que carecía de licencia.
