Magnifica mañana musical la que pudimos vivir este domingo en el Teatro Municipal de Tomelloso que abunda, aún más, en la gran suerte que tenemos en esta ciudad. Pocas veces se puede asistir a un concierto como el de la mañana del domingo, la Coral del Conservatorio de Tomelloso y el coro “Mansil-Nahar” de Manzanares nos ofrecieron una gran interpretación del Réquiem de Fauré y, encima, gratis. Por eso, es difícil entender como, algunas veces, el teatro no se pone a reventar.
Pero vayamos a lo positivo. Las dos formaciones corales, acompañadas por la orquesta Scalam —formada por músicos de la provincia— ofrecieron un concierto, como anunció el presentador, con tres partes muy bien definidas, que llegaba de la colaboración de ambas formaciones dirigidas, como se sabe, por Marieli Blanco y Francisco José Román. El próximo domingo, anunció, actuarían en Manzanares.
En el primer tercio del concierto, la Orquesta Scalam, dirigida por Marieli Blanco, ofreció dos significativas piezas de la música del final del XIX francés. La Pavana de Fauré y la Pavana para una infanta difunta, de Ravel.
La elegancia de las dos pavanas nos metió de lleno en la parte importante del concierto. El Réquiem de Fauré. Los dos coros, como uno solo —acompañados por Scalam y con Alicia Hervás y José Bernardo Martín como solistas— nos ofrecieron una soberbia versión de esta misa de difuntos compuesta a finales del XIX. Dirigidos por Marieli, los cantantes y músicos supieron transmitir, con solvencia, la esperanza que trasciende en esta innovadora composición. Fuimos disfrutando con las siete partes del réquiem, hasta llegar al Paraiso, pasando por el Offertoire, donde se lució el barítono y, por supuesto, el inigualable Pie Jesu, con una Alicia Hervás brillante.
La tercera parte constó de dos piezas que son referencia para la Coral del Conservatorio de Tomelloso, la Coral de la Cantata 147 de Bach y la Lacrimosa del Réquiem de Mozart. El respetable premió la gran mañana musical con una ovación que hizo que Marieli Blanco agarrase el micrófono para agradecer (al Ayuntamiento de Tomelloso, a los trabajadores del teatro, a los cantantes y músicos) que hubiese sido posible el concierto.
La insistencia de los aplausos hizo que repitiesen el Ofertorio del Réquien de Fauré.
