El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha subrayado que la aprobación de las cuentas de 2018 este viernes en las Cortes supondrá acabar el año «con la mejor noticia para la administración y la sociedad», tras un 2017 que «ha sido una tortura desde el punto de vista institucional» y donde ha habido «episodios muy difíciles de entender en relación a los presupuestos».
Durante su intervención en el acto de firma de un convenio con las diputaciones de Albacete y Toledo, ha mostrado su «satisfacción» por el presupuesto de 2018 que se va a aprobar este viernes en las Cortes porque significa un «acicate más para empujar en la racha de crecimiento social de la Comunidad Autónoma».
El presupuesto del próximo año es «enormemente expansivo, enormemente ambicioso en sanidad, educación, prestaciones sociales, inversión pública y recuperación de empleo», ha detallado García-Page, que ha señalado que en la escalera de la reconstrucción, la Comunidad autónoma no va a subir dos escalones como esperaba sino «cuatro o cinco».
En este contexto, se ha mostrado «enormemente orgulloso» del dato del incremento en un 852% de la inversión extranjera que ha registrado la región respecto a septiembre de 2016 y ha añadido que «lo más importante es que el año que viene va a seguir creciendo», ya que las conversaciones que hay en marcha «con bastantes empresas» hacen que Castilla-La Mancha se esté convirtiendo en «un buen contenedor» de gestión empresarial.
Finamente, ha adelantado que su Ejecutivo ya está trabajando en el presupuesto de 2019 con la mentalidad presupuestaria de «apuntalar servicios públicos» y hacer que «estén a salvo y tengan chubasquero ante cualquier inclemencia política» venidera en los próximos años.