La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, a través de Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Chaparrillo’, ha reintroducido en Sierra Morena a ‘Neón’, un lince ibérico macho del proyecto ‘Life+Iberlince’ que se ha visto afectado por una alergia.
El personal de campo había detectado que el ejemplar tenía una dolencia y, por este motivo, ha sido capturado y chequeado. Este operativo ha sido el resultado coordinado de todos los implicados en el seguimiento de la especie que han sido, personal de campo y técnicos de WWF y de Fomecam, agentes medioambientales, junto con los veterinarios y técnicos de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Tras recibir el correspondiente tratamiento en este centro referente provincial y regional en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de especies amenazadas, ha sido puesto de nuevo en libertad, horas después de su captura, en la provincia de Ciudad Real, donde el proyecto europeo se desarrolla con éxito.
Esta actuación, según informa el Gobierno regional en nota de prensa, pone en valor «el esfuerzo que se está llevando en la región para recuperar las poblaciones del felino de una forma sólida y controlada». Conseguir que lince ibérico vuelva a los territorios que antaño ocupaba es un objetivo cada día más cercano, según el Ejecutivo.
‘Neón’ es un macho dotado de collar GPS procedente del Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz) el 15 de abril de 2016. Hijo de ‘Hidrógeno’ y ‘Castañuela’, ejemplares nacidos en cautividad cuyo fin es la producción de ejemplares para su reintroducción en la naturaleza, fue liberado a finales de febrero de este año en la localidad ciudadrealeña de Viso del Marqués.
LINCES EN CLM
En Castilla-La Mancha, se supera ya el medio centenar de linces reintroducidos desde que se pusiera en marcha en 2014 el proyecto de conservación de la especie, con la colaboración de la Junta de Comunidades y el programa ‘Life+Iberlince’. Este proyecto tiene como objeto restaurar las poblaciones de esta especie amenazada mediante la recuperación de su distribución histórica, una especie que, hasta hace poco, estaba en peligro extremo de extinción.
En la región, este año se han soltado en el medio natural 16 ejemplares en Sierra Morena y los Montes de Toledo, que, sumados a los 43 desde 2014, hacen un total de 59 ejemplares reintroducidos en Castilla-La Mancha.