La Diputación de Ciudad Real financia, con cargo al Plan de Obras de 2016, las obras de acondicionamiento y rehabilitación de la Plaza de Cervantes de Ciudad Real, una actuación urgente que no ha sido antendida por Corporaciones anteriores a pesar de que la condición de necesidad, ante el evidente hundimiento del suelo y las deficiencias manifiestas en cuanto a seguridad para vecinos y viandantes, era conocida y estaba perfectamente constatada.
El presidente de la institución provincial, José Manuel Caballero, y la alcaldesa de la capital, Pilar Zamora, han visitado esta mañana las obras en pleno centro neurálgico de Ciudad Real, y ambos han expresado su satisfacción porque el calendario de ejecución se está cumpliendo y se está atajando un problema urbanístico y de seguridad de primer orden, “ya que durante años el ayuntamiento ha mirado hacia otro lado”. En estos términos se han expresado tanto Caballero como Zamora, quien ha agradecido al presidente de la institución provincial la inversión de medio millón de euros, de los que casi 400.000 se han aplicado para corregir las deficiencias de saneamiento y abastecimiento, así como en las complicadas labores de afianzar los edificios, sobre todo los que ocupan la parte de los números impares.
Zamora y Caballero, acompañados por el concejal de Urbanismo, Alberto Lillo, y por el vicepresidente de la Diputación Manuel Martínez López Alcorocho, han conocido los pormenores de las obras que se están llevando a cabo. Y han podido saber que el saneamiento del bloque 5 no estaba conectado a la red, por lo que vertía directamente a la tierra, lo que ha ocasionado preocupantes oquedades. Del mismo modo, las tuberías para abastecimiento de agua potable eran obsoletas y el material no soportaba los cambios de presión, por lo que se producían fugas y roturas. Y a ello hay que unir que el terreno no filtraba de manera conveniente.
También se han encontrado al destapar con un complejo entramado de claves, algunos de ellos muy antiguos. En la actualidad, según han explicado, ya han solventado los problemas en gran medida utilizando materiales de alta calidad para evitar fugas y filtraciones. Todo ello con el objetivo de recuperar cuanto antes para la ciudadanía un espacio para disfrute de los vecinos, residentes y visitantes, puesto que se trata de un lugar que destaca en usos sociales, comerciales y administrativos.
Se está intentando por todos los medios ocasionar las menos molestias posibles a los vecinos, quienes están utilizando el saneamiento y el abastecimiento de agua sin problemas. Y aunque la hostelería de la zona se está viendo afectada, tanto Caballero como Zamora defienden la necesidad de actuar con urgencia para evitar consecuencias mayores, pues la entidad que comenzaba a adquirir el hundimiento de la plaza era preocupante desde hace años. Ambos se han felicitado porque, por primera vez, el ayuntamiento coge el toro por los cuernos, gracias al Plan de Obras de la Diputación.
Han remarcado, no obstante, que esta iniciativa no es nueva, que durante todos los ejercicios desde hace lustros llegaba dinero al Ayuntamiento por este concepto. La pregunta es, atendiendo en este caso a las declaraciones de Caballero, “dónde se ha invertido el dinero y por qué no se ha priorizado una actuación que era absolutamente necesaria”.