El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha asegurado esta mañana que si la institución provincial es valorada por los ciudadanos y tiene buena imagen no sólo se debe a la buena gestión que llevan a cabo los políticos, sino que también influye, en gran medida, la labor que realizan los trabajadores de la casa.
Caballero, que ha intervenido en el tradicional homenaje anual a los jubilados durante el ejercicio anterior, ha puesto en valor el trabajo de los empleados públicos diciendo que son “la cara y la imagen” de la Diputación, ya que se ocupan cada día de atender en primera instancia a los ciudadanos cuando se dirigen a la Administración provincial.
Ha reconocido, por tanto, el trabajo que han desarrollado durante años y les ha felicitado por llegar a la edad de la jubilación, una etapa que espera que disfruten, según ha dicho, haciendo todas las cosas que hasta ahora no han podido realizar porque el horario y sus obligaciones laborales se lo han impedido.
Acompañado por los vicepresidentes Beatriz Fernández, David Triguero y Manuel Martínez López-Alcorocho, así como por los diputados provinciales Ana Isabel Valentín, Montserrat Castro, Manoli González-Horcajo, Félix Martín, José Lozano, Dionisio Vicente y Carlos Martín de la Leona, el presiente de la Corporación provincial ha deseado a todos bienestar y felicidad en la nueva etapa que inician. Y también ha tenido un recuerdo emocionado para los funcionarios fallecidos, en clara referencia al trabajador Juan Murcia, representado en el acto de homenaje a los jubilados de 2016 por su viuda, María Cristina Toledano.
A lo largo de 2016 se han jubilado los siguientes trabajadores de la Diputación de Ciudad Real: María del Prado Alañón Pique, Miguel Ángel Bravo Bravo, Juan Caballero Bayo, Luis Calvo López Ibarra, Edudardo Cañas Fernández, María del Carmen García Ferrer, Ricardo García Minguillán, Gabriel Jurado Padilla, Virtudes Hervás Rivero, Mercedes Latorre Elsel, Adela Manzano Cañaveras, Francisco Narváez Mateos, José César Rivero Serrano, Josefina Santos Marín, María del Prado Sanz Espartero, Inmaculada Sepúlveda Cano, José Luis Simón Palacios y Emilio Víctor Romero.