La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA de Castilla-La Mancha, se ha reunido con la directora general de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para abordar la reestructuración y reconversión del viñedo en la región. Desde la organización agraria afirman que la normativa sigue más o menos igual con algunos cambios y algunas mejoras propuestas por UPA.
Entre otras cuestiones se le ha trasladado a la Junta la necesidad de actualización al alza de la cuantía de los módulos de ayuda a la restructuración tanto a nivel regional como estatal. “Que se revisen, pues somos el país que menos paga en los módulos de las ayudas, por arranque, espaldera, plantación, etcétera”; explicaba Alejandro García-Gasco al término de la reunión.
La organización agraria destaca algunos puntos de la nueva normativa: que los agricultores profesionales siguen siendo prioritarios, que las parcelas que se hayan acogido para paliar los problemas de madera que está sufriendo el viñedo se puedan volver a acoger. Y que se tenga en cuenta la climatología adversa a la hora de reducir las penalizaciones del segundo año.
Para UPA uno de los criterios que más prima es atender a los agricultores a título principal y las explotaciones prioritarias. Hay que dar prioridad a las personas que ya trabajan en agricultura; un camino que promueve la estabilidad y el futuro. Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos se ha reclamado esta medida en numerosas ocasiones.
La Consejería de Agricultura ha informado de las novedades de la línea de reestructuración del nuevo programa nacional como el calendario: en abril de 2018 la Junta tiene que comunicar el gasto de reestructuración y reconversión de la línea al Ministerio, un calendario apretado pues el Decreto no se publica hasta finales de 2017. De manera que la convocatoria tendría que ser más o menos en enero.
Aunque se siguen manteniendo muchos criterios de ediciones anteriores, hay una novedad: quien renuncia a cualquier solicitud se queda fuera para el resto de años, es una dura penalización de forma que quien quiera optar a ella, debe estar seguro de hacerlo para no limitarse en el futuro. Otras novedades son, por ejemplo, otorgar prioridad a quien lleve a cabo la reconversión el primer año.
Asimismo, UPA ha solicitado a la Consejería que se tenga la climatología y la grave sequía que sufren los agricultores, antes de ejecutar la penalización del segundo año que asciende al 20 %.
También como novedad se permite la reestructuración en parcelas de más de diez años. UPA recuerda que solo se subvencionará la planta y los protectores en caso de espaldera (no los postes y los alambres, pero la planta sí); una demanda histórica de UPA pues hay variedades como syrah que sufre enfermedades de la madera y existen muchas plantaciones afectadas.
Finalmente, entre las nuevas medidas se encuentra que en lugar de 15 hectáreas por viticultor y área a reestructurar pase a 25 hectáreas por viticultor y área. Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se les ha trasladado la petición de actualizar la cuantía de las operaciones en la reestructuraciones de viñedo. “Que se actualice a los costes reales de los viticultores”.