La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA de Castilla-La Mancha, se opone al resultado de la votación del Parlamento Europeo al respecto de la simplificación de las medidas de ecologización de la Política Agrícola Común que puede suponer un retroceso en el día a día de la vida a los agricultores. Esta votación conlleva la prohibición, a partir del 16 de junio, del uso de productos fitosanitarios en zonas de interés ecológico, incluyendo las bandas de hectáreas admisibles que linden con bosques y las zonas de cultivos intermedios, la cubierta vegetal o los cultivos fijadores de nitrógeno.
Como ha dicho la organización agraria, esta prohibición condicionaría y endurecería el llamado Pago Verde de la PAC. Cabe recordar que UPA ya solicitó a la ministra de Agricultura de España que se opusiera a las intenciones de Europa de prohibir los fitosanitarios como condición para acceder al pago verde de la PAC, más conocido como greening.
UPA Castilla-La Mancha considera que la decisión de prohibir los fitosanitarios en estas zonas traería más emisiones de carbono, más erosión de los suelos y una menor capacidad de retención de carbono por el terreno. Con esta medida, si se prohíben los herbicidas sobre las tierras en barbecho y se aumenta el número de meses en los que el suelo tiene que estar desnudo, se incrementará la erosión del suelo. Más si tenemos en cuenta que la erosión ha provocado una pérdida media de productividad en los cultivos herbáceos españoles de unas 30 toneladas por hectárea y año; tal y como estiman desde el propio Ministerio según sus datos oficiales.
Así, desde UPA Castilla-La Mancha se confía en que España aplique esta medida de la mejor manera posible para que no suponga un lastre en el sector primario, pues la aplicación final depende de los estados miembros de la Unión Europea. De cara a mejorar la biodiversidad, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos se ha apostado por contemplar una alternativa no excluyente a los barbechos, como es la siembra de especies silvestres en determinadas zonas.
Asimismo, para suplir la prohibición de estos productos, habría que incrementar las labores sobre la tierra, para voltearla y eliminar las malas hierbas, lo que reduciría el contenido de materia orgánica del suelo, limitando su capacidad de captura de carbono, tal y como han explicado en más de una ocasión los técnicos de la organización agraria.