El secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha y diputado regional, José García Molina, ha explicado este jueves la decisión de su partido político de rechazar los presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2017 debido a que el Grupo Parlamentario Socialista no ha apoyado 20 de sus 25 enmiendas parciales presentadas.
García Molina ha apuntado en rueda de prensa que ha sido el Consejo de Coordinación de Podemos y el Grupo Parlamentario quienes han tomado «por unanimidad» la decisión de tumbar las cuentas regionales.
En su explicación, ha hecho responsable al Gobierno autonómico. «Hemos venido a cambiar la política, no a que la política nos cambie a nosotros», ha dicho, defendiendo que no son «una fuerza política testimonial».
Según ha dicho, «hoy tocaba ser coherentes, y estos presupuestos son más de lo mismo. Mantienen políticas heredadas del PP y mantienen recortes y externalizaciones», ha detallado.
Ha dicho que, o hay un «cambio real y decidido» o «no puede haber presupuestos» en la región, algo que «es de sentido común».
«Quizá hoy no sea un buen día para el PSOE, pero sí es un buen día para la democracia. El Gobierno ha desaprovechado muchas oportunidades para llegar a acuerdos más exigentes pero han presentado las cuentas como si tuvieran mayoría absoluta», ha criticado.
En su opinión, la Junta «ha actuado con prácticas antidemocráticas, rallando lo mafioso, acosando a colectivos sociales y presionando a los medios de comunicación», además de que «no han buscado un acuerdo político decidido».
«Ahora los socialistas de corazón tendrán que valorar si el Gobierno de Page está a la altura. Esto es lo que pasa cuando se empeñan en ningunear a la oposición», ha enfatizado.
MÁS MOTIVOS
Ha expuesto además como motivos que el PSOE está «paralizando» la Comisión de Investigación por el incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, o que el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, «tiene sombra de sospecha» de no estar habilitado para ejercer.
«¿Podría haber sido otro el desenlace?», se ha preguntado, recordando que el pacto de investidura «estaba muerto» y agregando que el Ejecutivo «está en quiebra moral y ha perdido parte de su credibilidad».
En todo caso, ha manifestado que están «abiertos» a sentarse a negociar unos nuevos presupuestos. «Que decidan a qué lado tirar».
El diputado David Llorente también ha tomado la palabra para asegurar que no pueden aceptar unas cuentas «que implican recortes sociales», ya que pretenden «avanzar en la apuesta por la sanidad y la educación públicas».
