El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha ofrecido datos de la superficie afectada por incendios forestales en la Comunidad Autónoma al cierre del mes de septiembre, un total de 8.230 hectáreas, lo que supone un 41% más que en el mismo periodo de 2016.
El incremento de este dato se debe sobre todo a los dos grandes incendios registrados en el pasado mes de julio en la Sierra del Segura y Campillo de Altobuey, donde se calcinaron más de 5.000 hectáreas.Un total de 1.212 los siniestros registrados, un 6% más, 1.005 de ellos fueron conatos que afectaron a menos de una hectárea.
Toledo fue la provincia más castigada y sufrió el 30% del total de incendios, seguida de Cuenca (20%), Ciudad Real (19%) y Albacete y Guadalajara (16%).
De los 1.212 siniestros, 466 se originaron por negligencias, 285 fueron intencionados, 133 a causa de un rayo y otros 16 derivados de reproducciones de otros incendios, quedando 267 fuegos por aclarar.
Martínez Arroyo puso de relieve que este año se pondrán en marcha medidas de prevención como el tratamiento de la madera quemada para controlar plagas, la reparación de infraestructuras dañadas o la recogida de semillas para la posterior restauración.
