La tasa bruta de mortalidad se situó en 2016 en 936,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este jueves.
Por comunidades autónomas, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por cada 100.000 habitantes en 2016 correspondieron a Asturias (1.273,3), Galicia (1.170,5) y Castilla y León (1.163,5); mientras que las más bajas se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (573,8) y Ceuta (599,6) y en Islas Baleares (694,4).
Las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos, ya que normalmente hay más defunciones por el efecto de la estructura de la población por edad. En este caso, las regiones con las tasas estandarizadas más elevadas fueron las ciudades autónomas de Melilla (977,8) y Ceuta (977,2), Andalucía (942,4), Extremadura (898,3), Asturias (886,9), Murcia (883,8), Canarias (870,9), Comunidad Valenciana (864), Galicia (837,1) y las Islas Baleares (835,4).
Las más bajas se dieron en Comunidad de Madrid (710,1), Castilla y León (761,4), La Rioja (770,8), Navarra (782,5), Aragón (798,3), País Vasco (798,5), Cataluña (800,1), Castilla-La Mancha (825,3) y Cantabria (827,2).
Respecto a las causas de muerte, las enfermedades del sistema circulatorio fueron la principal causa de muerte en la mayoría de comunidades autónomas. De hecho, las mayores tasas brutas de mortalidad por estas enfermedades se registraron en Asturias (413,1 fallecidos por 100.000 habitantes), Galicia (367,5) y Castilla y León (339,9).
No obstante, si se consideran las tasas estandarizadas, Andalucía registró la mayor tasa de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio (307,2), seguida de las ciudades autónomas de Melilla (285,3) y Ceuta (278,6).
Por enfermedades, las mayores tasas de defunciones por tumores se dieron en Asturias (354,6 fallecidos por 100.000 habitantes), Castilla y León (321,5) y Galicia (320,9). Por su parte, las mayores tasas de mortalidad estandarizadas debidas a tumores se registraron en Cantabria (277,1), Asturias (269,9) y Extremadura (261,7).
Las enfermedades del sistema respiratorio se situaron como tercera causa de muerte en todas las comunidades, si bien las tasas brutas de mortalidad más elevadas debido a estas enfermedades se dieron en Castilla y León (143,9 fallecidos por 100.000 habitantes), Asturias(140,0) y Extremadura (139,3). Por su parte, Extremadura registró la mayor tasa estandarizada de mortalidad debido a enfermedades del sistema respiratorio (116,5), seguida de Canarias (115,3) y Murcia (113,0).
EN EL CONJUNTO DEL PAÍS
Las muertes en España se redujeron un 2,8 por ciento en 2016, 410.611 defunciones, 11.857 menos que en 2015, si bien este descenso ha sido más acusado entre las mujeres (fallecieron 201.618, un 3,7% menos) que entre los hombres (murieron 208.993, un 2% menos), según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este jueves.
La tasa bruta de mortalidad se situó en 884 fallecidos por cada 100.000 habitantes, siendo la masculina de 916,4 fallecidos por cada 100.000 hombres y la femenina de 852,7. En este sentido, los resultados obtenidos por el INE han puesto de manifiesto que el 96,2 por ciento de las defunciones se debieron a causas naturales (enfermedades), falleciendo 394.943 personas por estas causas, un 3,1 por ciento menos que en 2015.
Ahora bien, a pesar de la bajada de mortalidad, el grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantuvo como la primera causa de muerte en 2016 (con un tasa de 257,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes), seguida de los tumores (243,1) y de las enfermedades del sistema respiratorio (100,8).
Así, respecto a 2015, los fallecimientos debidos a enfermedades del sistema circulatorio (primera causa de mortalidad femenina) y del sistema respiratorio descendieron un 3,6 por ciento y un 9,7 por ciento, respectivamente. En cambio, los fallecimientos por tumores aumentaron un 1,4 por ciento, siendo la primera causa de muerte entre los hombres (con una tasa de 300,9 fallecidos por cada 100.000) y la segunda en mujeres (con 187,4).
En concreto, dentro de las enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto o angina de pecho) y las cerebrovasculares volvieron a ocupar el primer y segundo lugar en número de defunciones, produciéndose en ambas un descenso de muertes respecto al año anterior (del 5,1% y 4,6%, respectivamente).
Por sexo, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres, aunque causaron un 2,5 por ciento menos de muertes que en 2015. Asimismo, entre las mujeres fueron las enfermedades cerebrovasculares (con una disminución del 4,8%).
CÁNCER DE BRONQUIOS Y PULMÓN, EL TUMOR MÁS LETAL
Entre los tumores, los responsables de mayor mortalidad volvieron a ser el cáncer de bronquios y pulmón (con un 2,6% más de fallecimientos que en 2015) y el cáncer de colon (con un incremento del 2,2%). Estos tipos de cáncer fueron los más frecuentes entre los hombres (el de bronquios y pulmón registró un aumento de muertes del 2,1% y el de colon, del 3,4%). Por su parte, entre las mujeres el cáncer con mayor mortalidad fue el de mama (con un aumento de defunciones del 2,4%), seguido del cáncer de colon (un 0,6% más).
Entre las causas más frecuentes, los mayores descensos de defunciones respecto a 2015 se produjeron en la diabetes (8,8% menos en hombres y 11,8% menos en mujeres) y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, que comprende, entre otras, la bronquitis crónica, enfisema y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Por edad, la principal causa de muerte entre los menores de un año fueron las afecciones perinatales y malformaciones congénitas (79,4% del total de ese grupo); mientras que en los grupos de edad entre uno y 14 años y entre 40 y 79 años, las causas principales de muerte fueron los tumores (28,4% y 44,5% del total, respectivamente); entre los mayores de 79 años, las enfermedades del sistema circulatorio (33,6% del total); y entre las personas de 15 a 39 años fueron las causas externas el principal motivo de muerte.
A este respecto, el INE ha puesto de manifiesto que en el año 2016 se produjeron 15.668 fallecimientos por causas externas (9.807 de hombres y 5.861 de mujeres), con un incremento del 3,9 por ciento respecto al año anterior.
De hecho, el suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.569 fallecimientos (un 0,9% menos que en 2015), por detrás de las caídas accidentales (con 3.019 muertes y un aumento del 8,5%), el ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales (con 2.732 y un incremento del 2,2%). Además, por accidente de tráfico fallecieron 1.890 personas (1.448 hombres y 442 mujeres), lo que supuso un 1,3 por ciento menos que en 2015.
Por sexo, el suicidio fue la primera causa de muerte externa en los hombres (con 11,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes) seguida de las caídas accidentales (7,0) y los accidentes de tráfico (6,3). Por su parte, las caídas accidentales fueron la primera causa externa en las mujeres (con una tasa de 6,0 por cada 100.000 habitantes), seguida del ahogamiento, sumersión y sofocación (5,6) y de los suicidios (3,8).
El INE ha difundido por primera vez las causas múltiples de defunción, es decir, el conjunto de enfermedades que se describen en el certificado médico de defunción y que contribuyen o están asociadas al fallecimiento. En este sentido, en el año 2016 se registraron 3,6 enfermedades de media en cada certificado de muerte.
La causa múltiple más frecuente fue la enfermedad hipertensiva, que contribuyó en el 14,5 por ciento de las defunciones, siendo solamente en el 3 por ciento de los casos la causa desencadenante.