Castilla-La Mancha es, una de las zonas cuyos habitantes están desarrollando mayor dependencia hacia sus teléfonos móviles, según se desprende del ‘IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente’ realizado por Rastreator.com (www.rastreator.com), que indica que el 33,7% de la población castellano-manchega se considera adicta al móvil.
Este porcentaje es el tercero más alto de España (solo por detrás de Extremadura y Asturias), situándose más de cinco puntos por encima de la media nacional. Pero, además, estos datos muestran una creciente adicción año tras año, una tendencia ascendente «que en esta comunidad es especialmente evidente».
De esta forma, en esta edición del estudio, el porcentaje de castellano-manchegos que se considera adicto al móvil ha subido 11 puntos porcentuales respecto a 2016 (22,7%) y más de 12 puntos respecto a 2015 (21,35%).
Tan dependientes se han vuelto muchos castellano-manchegos que incluso un 47,5% reconoce que está pendiente de su móvil siempre que está con amigos, familiares o en pareja, más de tres puntos más que la media de la población española. «Esta necesidad de estar enganchados permanentemente puede derivar en fenómenos sociales como el ‘phubbing ‘o la ‘nomofobia’, cada vez más extendidos».
A pesar de la creciente adicción al móvil que admite gran parte de los castellano-manchegos, el aumento de concienciación sobre este problema está derivando en un intento de reducir sus horas de uso diario. Así, la población de Castilla-La Mancha ha pasado de dedicar 4 horas y 33 minutos a su terminal en 2016 a invertir en él una media de 3 horas y 29 minutos.
De esta forma, la cifra se ha reducido en una hora y tres minutos respecto a la media del año pasado, lo que pone de manifiesto que esta comunidad está tratando de hacer un uso más responsable de sus dispositivos móviles.
Precisamente, el estudio de Rastreator.com muestra que el móvil se ha integrado de tal forma en la rutina de los castellano-manchegos que el 61,3% de ellos afirma que mirarlo es lo primero que hace al levantarse y lo último al acostarse.
Además, el 82,5% declaran que no podrían vivir sin su ‘smartphone’ –frente al 75% de la media nacional– y el 32,5% preferiría incluso perder la cartera antes que el móvil.
El CEO de Rastreator.com, Fernando Summers, concluye que «aunque es innegable que el teléfono móvil es indispensable en la rutina de todos los españoles, no debemos perder de vista la necesidad de utilizarlo con cabeza para evitar patologías derivadas de un uso abusivo».
«Es esencial ser conscientes del uso real que hacemos de nuestro ‘smartphone’ y tratar, en consecuencia, de ser responsables. En esta línea, nuestro estudio demuestra que, aunque cada vez más personas consideran que tienen adicción a estos dispositivos, también están haciendo un esfuerzo por pasar menos tiempo conectados», ha indicado.