La Policía Nacional ha detenido a 18 personas –de las que cinco han ingresado en prisión– e investiga a otras dos, tras desmantelar un laboratorio de adulteración de cocaína en Almansa y seis puntos de venta –tres en Albacete, dos en Almansa y otro más en Ayora (Valencia)–, en una operación en la que han intervenido más de 8.000 dosis de cocaína, más de 3.000 de hachís, más de 3.500 de grifa y 140 de éxtasis.
Además, en esta operación, que ha sido desarrollada por la Comisaría de Albacete conjuntamente con la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) central, ha permitido intervenir también 14.395 euros en efectivo, cuatro vehículos de alta gama, una motocicleta, ocho balanzas de precisión, una pistola y munición, entre otros útiles propios de un centro de adulteración de cocaína.
La investigación sobre estos hechos, por la que el resto de detenidos se encuentra en libertad con cargos, comenzó en la capital albaceteña durante el mes de mayo, centrándose en un punto de venta de cocaína ubicado en el centro urbano, donde una mujer, con antecedentes por tráfico de drogas, suministraba estupefacientes a diversos consumidores.
Se pudo comprobar que la mujer formaba parte de una red de traficantes que distribuían droga en la ciudad, sin relación entre sí, pero aprovisionados por individuos pertenecientes a una misma organización criminal, según ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
El trabajo policial se orientó hacia esa organización criminal, liderada por un vecino de Albacete, que tenía perfectamente delimitadas las funciones para la distribución de drogas. Unos la guardaban y otros las transportaban en furgonetas de reparto comercial para productos farmacéuticos y hosteleros.
La droga venía de traficantes ubicados en la zona levantina y la trasladaban en vehículos con escondites o dobles fondos. La mayor parte de los envíos eran almacenados en Chinchilla (Albacete); desde ese punto iban distribuyendo a los vendedores, según la demanda.
Uno de los proveedores residía en Almansa (Albacete), donde elaboraba el producto final adulterándolo con productos que permitían aumentar volumen. Desde ese punto de venta proporcionaba cocaína a traficantes de otros municipios cercanos de las provincias de Valencia y Alicante.
FASES DE LA OPERACIÓN
La primera fase de la operación policial se desarrolló a mediados de diciembre, cuando se logró detener a ocho personas en Albacete y Chinchilla. Se efectuaron diez registros de vivienda decomisándose 326 gramos de cocaína, 630 gramos de hachís y otras sustancias. De ese modo se desarticuló un primer grupo criminal que disponía de tres puntos de venta en la capital.
La segunda fase culminó una semana más tarde. En una población valenciana se decomisó 500 gramos de cocaína cuando se estaba produciendo la venta. Fueron detenidos los dos traficantes. Seguidamente, se procedió a la detención de otras siete personas, una en Elche (Alicante), otra en Alatoz (Albacete) y cinco en Almansa (Albacete), y se realizaron nueve registros en domicilios.
En uno de ellos, en Almansa, se localizó un completo laboratorio de adulteración de cocaína en el que los agentes pudieron intervenir 1.300 gramos de cocaína y 7.800 gramos de sustancias de corte, entre otros efectos.