El Teatro Municipal acogió este lunes uno de los actos más emotivos de la Feria y Fiestas, los Viñadores 2016. Unos galardones que cumplían veinte años y que en palabras de su creador, el que fuera alcalde, Ramón González Martínez, Viñador de Honor de esta edición, distinguen el esfuerzo de las gentes de Tomelloso, la excelencia, el compromiso, el riesgo y la tozudez por el más y mejor. En una celebración especial para conmemorar las dos décadas de unos premios y un acto de entrega de ellos, que sirve para hablar bien de nuestros vecinos, se invitó a todos los distinguidos en estos veinte años.
Los galardonados en esta edición fueron Correduría de seguros Ramón Sampedro, en el ámbito económico; Tomás Casero, en el ámbito Cultural; Fundación Cadisla en el ámbito de la Acción Social; en el ámbito de agricultura Talleres Jesús Morales y el Viñador de Honor, como dijimos, fue Ramón González Martínez. Al emotivo acto acudieron, entre otros, la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, los miembros de los Grupos Municipales, la consejera de Economía y Empleo, Patricia Franco, el senador Carlos Cotillas y la diputada regional Cortes Valentín. La parte musical estuvo a cargo de Marieli Blanco, José Alberto Palomino al violonchelo, Arturo Sánchez al violín y las voces de Alicia Hervás y José Ángel Treviño.
La presentadora del acto, Ángela Lozano, dijo que los Viñadores, protagonistas desde el anonimato muchos de ellos, hacen gala de la innovación el trabajo y el tesón. Y es que, dijo citando a Galeano que, “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”. Cada uno de los Viñadores en estas dos décadas ha sido inquebrantable, seguro, duro y recto.
Un superhéroe dispuesto a ayudar a quien lo necesite
A Ramón Sampedro lo apadrinó su hijo José Manuel, quien dijo que un padre vale por cien maestros. Enumeró José Manuel las infinitas ocupaciones de su progenitor por lo que, contó en su discurso de presentación, cuando rellenaba la inscripción de la universidad, en la casilla de “Oficio del Padre”, las obviaba escribiendo “Sus labores”. Alabó la capacidad de Ramón Sampedro por sacarle todo el partido posible al tiempo, repasando su trayectoria desde que hizo el primer seguro, hace 53 años. Puso en un lugar preminente la figura de su madre, Sagrario, necesaria para que todo haya sido posible. Continuó repasando la labor humanitaria y social de su padre, su tiempo libre, dijo, lo dedica a ser mejor persona cada día. Para mí, dijo para acabar, eres un superhéroe, dispuesto a ayudar a quien lo necesite.
Tras sonar “Vuela amigo, vuela alto” de Julio Iglesias y recibir su distinción, Ramón Sampedro dio las gracias a su hijo por el discurso, a su familia, a la corporación y a todos los colaboradores.
El gran desconocido de la cultura
Bernardo del Castillo apadrino al Viñador en el ámbito Cultura, Tomás Casero, hidalgo caballero de las letras. Ese gran desconocido que ha creado poesía y relatos en papel. Con su voz, explicaba del Castillo, Casero trasforma las obras escritas, realzándolas. El padrino hizo un sucinto recorrido por la persona del homenajeado, desde que prácticamente vino al mundo. Recordó que viajaba por los pueblos con el grupo Jaraíz, glosando sus intervenciones y presentaciones como las de la Fiesta de las Letras. Dijo de él que era una persona culta, aunque reservada. Repasó que fue secretario personal de Juan Torres Grueso y afirmo que Casero no tenía tiempo para si mismo. Tomás Casero, dijo, es un mortal más en el mundo de la fantasía.
Tras la interpretación de “Amor de hombre”, Tomás Casero recibió el Viñador en el ámbito de la Cultura. Agradeció el premio, asegurando que ha dedicado todo su tiempo libre a fomentar la cultura. Algo que no ha sido en balde. Casero quiso compartir la distinción con su familia y, como no podía ser de otra forma, recordó a Valentín Arteaga, a Leopoldo Lozano y, sobre todo, a Juan Torres Grueso.
Un hombre hecho a sí mismo
El presidente de Virgen de las Viñas Bodega y Almazara, Rafael Torres, actuó como padrino de Jesús Morales, “un hombre hecho a sí mismo”. Glosó la andadura profesional del homenajeado desde que con 14 años ingresó de aprendiz en Talleres Espí, para doctorarse en el riego de las viñas y en las bodegas. Con 28 años creo su propia empresa, dijo Torres, perdiendo sus derechos como trabajador para ser dueño de su destino. Morales es un emprendedor en el amplio sentido de la palabra, “con gestes como él, Tomelloso seguirá creciendo”. Rafael Torres aseguró que en 39 de trabajo para Virgen de las Viñas “nunca ha recibido un reproche por su trabajo”. Acabó su presentación manifestando que “La vida es Jesús Morales Perona”.
“Gracias a la vida” fue el tema elegido para que Morales recogiese su galardón. Dijo que el premio le honra y llega en un momento inmejorable, le faltan tres meses para la jubilación. Jesús Morales compartió el reconocimiento con su familia y el equipo humano de su empresa.
Una utopía hecha realidad
La consejera de Economía y Empleo, Patricia Franco fue la madrina de Fundación Cadisla, entidad distinguida en el ámbito social. Aseguró que esa entidad es un ejemplo de lo que representan los Viñadores. Alabó la figura de Luis Perales, presidente de Cadisla, que siempre ha ido dando pasos adelante en pos de la integración. Cadisla es un ejemplo der cooperación entre asociaciones, volcadas en la atención de las personas con discapacidad y enfermedad mental. Destacó el reconocimiento del Gobierno regional a los 90 centros Especiales de Empleo de Castilla-La Mancha, como el de Fundación Cadisla. Franco felicitó a los Viñadores.
La Banda Sonora de Forrest Gamp fue la antesala musical al galardón, que Luis Perales, en nombre de la Fundación agradeció. La entidad, dijo, ha recibido el honor de mejorar la vida de las personas con discapacidad y hacerlas felices a través del empleo. Cadisla nace del trabajo, tesón y solidaridad de muchas personas. La entidad homenajeada es una utopía que recuerda a los míticos fundadores de Tomelloso.
El padre de los Viñadores
La alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez fue la encarga de amadrinar al Viñador de Honor, al padre y fundador de los galardones, el nieto del Hermano “Herraura”, Ramón González Martínez. La alcaldesa comparó al homenajeado, el profesor de Tomelloso, con Tierno Galván, el viejo profesor, al que su pueblo agradece su saber hacer con el galardón. Ramón, señalaba, no es nadie sin Mercedes, con ella han aguantado momentos difíciles. La alcaldesa glosó la figura del que fuese regidor como maestro y político, señalando que la trayectoria de Ramón tiene como objetivo mejorar la situación de los demás. Un alcalde cercano, con él se abrieron las puertas del Ayuntamiento, que nunca debieron cerrarse. A pesar de diferencias ideológicas, hay sellos de gobierno que pueden asemejarse en la forma. Ramón, dijo en otro pasaje de su discurso, es el padre de los Viñadores, es su legado. Estamos aquí para homenajear al Viñador de Honor por derecho propio, con todos los galardonados en estos veinte años gracias a que él mismo, Ramón, lo hizo posible. Inmaculada Jiménez alabó la vertiente de servicio público del galardonado una vez dejada la política. Ramón nunca fue —injustamente— reconocido. Le dijo a Ramón González que “con tus acciones inspiras a esta alcaldesa” asegurando que la persona está por delante de la ideología.
“My Way” fue la banda sonora del Viñador de Honor. Ramón González agradeció el galardón a la alcaldesa, sobre todo, en nombre de su familia. Compartió en premio con los suyos y con los políticos de su corporación. Dijo que su único mérito fue la creación de los Viñadores. Agradeció al pueblo de Tomelloso haberle permitido formar parte durante 13 años de la Corporación. Fue una etapa difícil, no exenta de los trajines más detestables de la acción política, aseguró. Tomelloso, continuó diciendo,no tiene títulos por heroicidades o lealtades en batallas, ni por vinculaciones de abolengos o hidalguías. Aquí la única nobleza es la que da el trabajo. “Tomelloso es lo que es por el esfuerzo de sus gentes”, manifestó, repasando los principales hitos de la ciudad alabó a todos los habitantes de Tomelloso que han logrado, desde antaño hasta hogaño, el éxito de esta gran población.
Acabó hablando de política. Aseguró que Tomelloso vive la democracia sin complejos, con excelencia. Por ello pidió a los políticos cercanía, que conjuguen legalidad y ética, que busquen el consenso, ejerciendo la política de forma solidaria y humanista, abierta y participativa.
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