Una de las actividades que más predicamento tienen en Tomelloso durante el fin de semana en el que se celebra el Día Europeo del Enoturismo son las visitas a las bodegas. Este año, como novedad, el área de Turismo del Ayuntamiento de Tomelloso ha incluido el brandy dentro de la programación que en estos días ensalza el vino y su cultura. Así, las destilerías de Tomelloso han abierto sus puertas a los visitantes. No en vano, el brandy y la destilación ha sido (y sigue siendo) una de las señas de identidad de Tomelloso y una industria que ha contribuido mucho a hacer de la ciudad lo que es en la actualidad. Hay que recordar que Tomelloso es el mayor productor mundial del alcohol vínico-
Hemos formado parte de una de esas visitas, concretamente a la factoría que Osborne tiene en Tomelloso. Una veintena de visitantes, la mayoría de fuera de la ciudad han sido guiados por Virginia Martín y Clemente Ramírez, jefa de calidad y jefe de fábrica, respectivamente, por el maremágnum de calderas, serpentines y alquitaras de esta destilería que se fundó en 1880.
Nos explicaron que el brandy es un licor noble, sin aditivos que nace de la destilación del vino. Por tanto, para hacer un producto de calidad es necesario un vino de calidad. El brandy es de Jerez porque allí envejece, explicaba Victoria, pero es elaborado con producto cien por cien manchego. En la fábrica se produce la holanda, para el brandy, aguardiente y destilado, a partir de los 50 millones de litros de vino que compran cada año.
Los visitantes han conocido, de primera mano, el proceso de destilación, visitando distintas calderas y alambiques, desde las más antiguas, que usan la leña de encina como combustible, hasta las modernas torres de destilación. Asimismo conocieron los distintos productos que elabora Osborne. El recorrido finalizó con la visita a una de las cuevas de la fábrica.
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