La compañía de Víctor Ullate puso en pie al público que prácticamente llenó el Teatro Municipal de Tomelloso con su versión de “El Amor Brujo”, el celebérrimo ballet de Manuel de Falla.
El ballet de Ullate presentó en Tomelloso una revisión de la pieza que el coreógrafo y bailarín zaragozano estrenó en Sevilla en 1994. Un montaje novedoso en el que la luz es la protagonista de toda la trama. La coreografía ofreció momentos de gran belleza como la “Canción del amor dolido”, el “Romance del pescador” o la “Canción del fuego fatuo”.
La obra, escrita por Falla a principios del siglo XX y de marcado carácter andaluz, ahonda en el misticismo gitano, acercándose al amor en su forma más primitiva y esencial. Cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por el espectro de su antiguo amante. Una historia de amor y pasión, de lágrimas y desconsuelo, de brujería y seducción, de muerte y de danza.
Fue un espectáculo lleno de color y belleza, con un interesante montaje audiovisual que, como decimos, hizo las delicias del público, que disfrutó durante dos horas de una soberbia puesta en escena.