Bajo el título Comer o no comer, esa es la cuestión: una lectura personal del Quijote, el poeta y catedrático de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Dionisio Cañas, y el chef del restaurante Marquinetti, Jesús Marquina ofrecerán una conferencia que versará sobre la obra de Don Quijote y su relación con la gastronomía. Los dos manchegos, que estarán moderados por el poeta, traductor y crítico literario, Amador Palacios harán un guiño gastronómico a Cervantes y al Quijote.
El encuentro tendrá lugar el próximo martes 13 de septiembre a las 20 horas en la Posada de los Portales de Tomelloso (Ciudad Real), dentro de los actos programados con motivo de los Encuentros con Cervantes…en un lugar de La Mancha, una iniciativa turística literaria que organiza la Diputación provincial de Ciudad Real, y que se celebrará en 11 localidades diferentes de la provincia del 13 de septiembre al 26 de noviembre.
En el centenario de la muerte de Miguel de Cervantes se conmemora que en esta gran obra hay tradiciones, costumbres y, además, muchas historias alrededor de la mesa. La novela de Cervantes es un magnífico testimonio de la gastronomía manchega que, en gran parte, se sigue practicando todavía hoy.
El poeta manchego Dionisio Cañas hablará de las diferencias que existen entre Don Quijote y Sancho Panza en cuanto a la cultura culinaria se refiere. En la obra de Cervantes la comida ocupa un lugar predominante, siempre adscrito a Sancho Panza, que es quien se ocupa de lo terrenal; mientras que para Don Quijote es un mero trámite. “A Don Quijote no le interesa el comer ni la comida. Él siempre se encuentra en un plano espiritual, donde la comida es secundaria”. Por el contrario, para Sancho Panza la comida era una necesidad vital y una preocupación que habían de satisfacer diariamente.
Dionisio Cañas también hará un retrato de las diferencias culinarias de las clases sociales en El Quijote. Cervantes hace, en el capítulo XX de la segunda parte de su obra, una buena referencia a la cocina más rica y abundante de la época a través de la descripción de los ricos manjares que se ofrecían en las Bodas de Camacho. En cambio la dieta corriente de un hidalgo de clase media en el siglo XVII se basaba en “queso, pan y bellotas”, apunta.
JESÚS MARQUINA, “EL QUIJOTE DE LA MASA”
Por su parte, el chef Jesús Marquina hablará de las pizzas que él mismo ha bautizado con los nombres de Quijote, Cervantes y Dulcinea, cuyos ingredientes son fundamentalmente productos manchegos, y que ya eran utilizados en el Siglo de Oro. De hecho, la pizza Dulcinea, que le permitió ganar el primer Campeonato del Mundo de Pizzas, está elaborada con crema de calabaza, queso manchego curado y tierno, perdiz escabechada y lomo embuchado. Las perdices escabechadas de las Bodas de Camacho (capítulo II de la segunda parte de libro) componen el quinto plato en la mesa.
Jesús Marquina, apoderado por sus colegas italianos como Marquinetti, que confiesa “pensar con la mente de Don Quijote y con la panza de Sancho”, también hablará de las harinas refinadas utilizadas por los señores en la época de Cervantes, harinas refinadas con más proteínas pero menos fibra; y las consumidas por los más humildes, que eran harinas de cereales (trigo y centeno)”.
También Marquina es conocido por “El Quijote de la masa”, por dedicar 48 o 72 horas a realizar la masa de sus pizzas para que pierdan carbohidratos y ganen en ligereza.
Jesús Marquina (Tomelloso, Ciudad Real) ha sido cuatro veces campeón del mundo de pizzas y es el capitán y seleccionador del Equipo Nacional de Pizzeros. Marquina, que ostenta, desde 2011, el récord Guiness por haber cocinado una pizza de más de un kilómetro, “a la que le hubiera encantado probar Sancho Panza”, además del restaurante de su tierra regenta otro en Madrid.