Desde las cinco de la tarde a las cinco de la madrugada, Tomelloso se convirtió, gracias al Holi Fest, en la representación de la fiesta de los colores que marca el inicio de la primavera en la comunidad hindú, que lo vive con plena intensidad en todos los aspectos de su vida diaria. El festival, hay que decirlo, fue todo un éxito
Con afluencia de jóvenes venidos de toda la región, la ciudad tomellosera, fue la pionera en organizar este evento de origen religioso hinduista, que está ganando cada vez más adeptos en distintas culturas y zonas geográficas, desde que los comerciantes ingleses la descubrieran en el siglo XVII.
El Holi Fest contó con la animación musical de DJ’s de talla nacional e internacional, como Danny Romero, el cabeza de cartel que hizo vibrar al público, en su gran mayoría, adolescentes, con un repertorio de música latina y usando el micrófono para cantar al final de su actuación. El gran Dany Markez, un referente en la costa levantina, Jorge León, Kristine Love, Moar, José Ripoll, Artur Xust y Mark, José de Mara, Ibrahim Al Shamij y Marein Baker, que optó más hacia el House.
El despliegue de luz, colores (materializados por colorantes artificiales en forma de polvo) y música, llenó el recinto de los Jardines del Parque, con 3.000 almas a lo largo de las doce horas que tuvo la celebración. Una duración mucho menor que en ciertas zonas de la India, donde el festival dura 16 días interrumpidos.
Esta tradición representa mitológicamente el triunfo del bien sobre el mal, y es el día de la fiesta hasta el final, en la que se libran los errores del pasado, los conflictos, y se intenta olvidar y perdonar para empezar de nuevo.
Comencemos por corregir los errores del pasado mirando hacia el futuro, disfrutar cada momento y llevar a la práctica lo que nos hace realmente humanos: el amor y la fraternidad.
