Como ocurre cada primer domingo de junio, la Patrona de Tomelloso, acompañada por casi un millar de romeros, regresaba al santuario de Pinilla hasta la feria. En esta ocasión, la Virgen de las Viñas, ha hecho el trayecto sin capataz, como homenaje a Román Gallego.
A las ocho en punto de la mañana la patrona de los tomelloseros partió camino de Pinilla, en una mañana de recuerdo para los miembros de la Junta Directiva de la Hermandad. La marcha ha sido lenta y la comitiva llegaba a Pinilla pasadas las 9 y media de la mañana. En el santuario las banderas estaban a media asta en memoria del recordado Román.
Tras la Eucaristía, oficiada por el párroco de Nuestra Señora de los Ángeles, Antonio López, el presidente de la Hermandad, José Márquez, señaló que ya estaba la Virgen de las Viñas en su santuario después de la Romería, una romería “con nudo en la garganta”. Ese nudo, explicaba Márquez en su emocionado discurso, “tuvimos que tragárnoslo el 16 de mayo”, fecha del fallecimiento de Román Gallego, miembro de la Junta y persona querida por todos. “Hoy habéis podido comprobar que venía vacío el hueco del capataz, hoy venía Román de capataz” manifestaba José Márquez con lágrimas en los ojos, “estamos de luto”.
Para acabar, agradeció a todos los tomelloseros su masiva asistencia a los actos organizados por la Hermandad de la Virgen de las Viñas durante la pasada Romería.
[justified_image_grid flickr_user=85117113@N04 flickr_photoset=72157666745513514]