La secretaria de Organización del PSOE en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, ha pedido explicaciones al presidente provincial del Partido Popular, Carlos Cotillas, tras desvelarse un informe interno con el que el anterior Gobierno de Dolores de Cospedal intentó privatizar y convertir el Hospital de Tomelloso en «un modelo ruinoso».
Fernández se refiere al documento de mayo de 2012 en el que se explica de forma pormenorizada la propuesta del Ejecutivo regional presido entonces por Cospedal para ceder los hospitales de Manzanares, Tomelloso, Almansa y Villarrobledo a las empresas constructoras propietarias mayoritarias de la Autovía de los Viñedos a cambio de condonar las deudas existentes sobre esta carretera.
«Está claro que Cospedal quiso hacer un negocio con la sanidad pública de Castilla-La Mancha», pero lo más «lamentable» para la responsable socialista es que «Cotillas en calidad de presidente provincial del PP no se opusiese» a esta maniobra de venta de la sanidad pública.
Es más, Fernández recuerda que el propio Cotillas como alcalde de Tomelloso «no solo no se opuso a la privatización de este centro hospitalario de su municipio, sino que además acompañó al entonces consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, a visitar el hospital de Alzira (Comunidad Valenciana) y el ruinoso modelo al que da nombre y que al final acaban pagando todos los ciudadanos».
Esto es precisamente lo que a juicio de Blanca Fernández amparó y promovió Carlos Cotillas, «convertir el Hospital General de Tomelloso en un ruinoso modelo Alzira que tiene una sanidad peor y que genera pingües beneficios, probablemente a algunos amiguitos del Partido Popular».
Para la secretaria de Organización del Partido Socialista esta es una prueba más de las muchas evidencias de que «Cospedal quiso hacer un negocio con la sanidad pública de Castilla-La Mancha» mientras el resto de dirigentes mantuvieron un silencio cómplice con este intento de privatización de los cuatro hospitales antes citados que estaba en marcha y cuyo expediente paralizó recientemente el Consejo de Gobierno presidido por Emiliano García-Page. Un proceso de privatización que, por cierto, no solo afectaba a los hospitales de Manzanares, Tomelloso, Almansa y Villarrobledo, sino también a sus áreas de salud con centros de salud y centros de especialidades incluidos.
Y a este historial hay que añadir el despido de 3.000 profesionales sanitarios, las derivaciones masivas al sistema privado, la manipulación de unas listas de espera desorbitadas, episodios continuos de saturación y hacinamientos en las Urgencias o el intento frustrado de Cospedal de cerrar 70 urgencias nocturnas.
Por todo ello, a Fernández le sorprende cuanto menos «ver ahora al señor levantando la bandera de la sanidad pública después de querer convertir el Hospital de Tomelloso en un hospital ruinoso con el modelo Alzira para privatizarlo y malvenderlo, y después de denunciar y sancionar a la coordinadora en Defensa de la Sanidad Pública de Tomelloso, porque en este municipio siendo alcalde también se aplicó la Ley Mordaza, y también tuvimos que presenciar cómo en un video ordenó echar de mala manera de un mitin a un señor cuya mujer había fallecido el Hospital que tantos recortes había sufrido, así que merece la pena que dé una buena explicación».
