El padre Ángel García, fundador de Mensajeros de la Paz, ha denunciado que «algunos están haciendo un gran negocio con los refugiados, y no son precisamente las mafias», en referencia al acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Turquía que permitirá devolver a territorio turco a todos los refugiados que han llegado a Europa desde las costas del Egeo.
En una entrevista concedida a Europa Press, el fundador de la ONG, premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha lamentado el acuerdo sobre refugiados, que incluye el desembolso a Ankara de 3.000 millones de euros.
«Los tratan como si fueran delincuentes, cuando son hombres que huyen de la guerra, y cientos de miles de niños y ancianos que solo piden una manta y un plato de comida», ha recalcado.
Según el padre Ángel, «es una vergüenza lo que está pasando, como ha dicho el Papa Francisco; y parece que lo que intentan los estados es echar al mar a estas personas, o levantar una gran cárcel» con millones de euros.
«Solo falta que les pinchen las barcas; incluso a algún parlamentario europeo le ha faltado poco para decir que lo mejor es que caigan al mar», ha reprochado el sacerdote, quien ha estado recientemente en Bruselas para abordar la crisis de refugiados con los responsables políticos.
En este sentido, ha criticado que los parlamentarios le pidieran que se dirija a los medios de comunicación «porque son los que más pueden hacer». «Yo me pregunto entonces qué papel juegan los políticos, y para qué han sido elegidos», ha remachado, no sin elogiar la labor de los medios de comunicación: «cuando los políticos corrompen la información son los periodistas los que persiguen la verdad con sus cámaras y micrófonos, incluso recogiendo a los heridos, dejando a un lado las crónicas y fotografías».
Ángel García ha arremetido también contra el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy señalando que él mismo ha escuchado al presidente decir que no está de acuerdo con la política comunitaria «pero nadie mueve ficha». «Ahora resulta que España también va a poner millones de euros para expulsar a los refugiados a Turquía, todos intentan quitarse el mochuelo», ha aseverado.
A su juicio, parte de la solución a este drama humanitario pasa por el papel de algunas de las comunidades autónomas partidarias de «romper el silencio» y están dispuestas a acoger a los refugiados. «Vamos a ver qué pasa, está sucediendo una tragedia, una masacre a las puertas de Europa y no podemos permanecer indiferentes», ha concluido.