Luna y Manchega. Así se llaman los dos ejemplares de águila imperial liberados hoy gracias a la extraordinaria labor realizada por los profesionales del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Chaparrillo’ ubicado en Ciudad Real.
Tal y como ha explicado la directora provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, Prado Amores, se trata de dos águilas imperiales que fueron encontradas en el suelo de sus respectivos nidos el pasado verano cuando eran unos polluelos –se cree que debido a las altas temperaturas-. Una en estas aves soltadas fue encontrada en Villamanrique, mientras que la otra se halló en la inusual zona de Cinco Casas.
Amores ha tenido palabras de agradecimiento para todo el equipo de profesionales que conforman el Centro de Recuperación de Fauna ‘El Chaparrillo’ “por la labor especial que han realizado en la recuperación de estos dos ejemplares que estaban totalmente deshidratados y parasitados”, un trabajo de rehabilitación diario el que se desarrolla en este centro y que ha posibilitado la liberalización de cerca de 240 ejemplares de fauna protegida ingresados durante el año 2015.
Cabe indicar que el caso de Luna, una de las águilas imperiales soltada hoy, se ha procedido a su marcaje y se empleará para vigilar el uso ilegal del veneno en el campo, de forma particular en las aves.
Apuesta por la unidad canina
Por su parte, el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Albacete, Manuel Miranda, ha detallado la demostración realizada en el acto de hoy por la unidad canina, con sede en la provincia albaceteña.
Hablamos de una unidad formada por ocho perros entrenados para la detección de venenos que está adiestrada por dos agentes medioambientales, una unidad por la que ha garantizado que “seguirá apostando el Gobierno de Castilla-La Mancha como una parte más del trabajo que se viene realizando para evitar que animales tan hermosos como los liberados hoy puedan morir por ingerir cebos envenenados”.
Miranda ha puesto en valor la importancia de esta unidad canina creada en 2008 para trabajar en la detección de cebos envenenados en muchas zonas de la región, práctica que ha catalogado de “lacra lamentable”. De hecho ha informado que gracias a esta unidad se han inspeccionado casi 300 cotos de las cinco provincias castellano-manchegas.
Finalmente, y al igual que su homóloga en la provincia de Ciudad Real, Miranda ha agradecido la labor de los profesionales de los centros de recuperación de fauna de la región, así como la “colaboración inestimable” de organizaciones ecologistas, “como es en este caso Adena, que en el último animal liberado llevaba un marcador para controlar su vuelo”.