El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha confirmado este viernes, después de que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas les haya emplazado a reducir al 50 por ciento la Oferta Pública de Empleo que en materia de sanidad, que su Gobierno va a mantener estas oposiciones «como estaba previsto» porque es una oferta «solvente».
A preguntas de los periodistas en la rueda de prensa en el estand de la Junta en el Recinto Ferial de Albacete, García-Page ha defendido que la plantilla aprobada es perfecta. «Los criterios jurídicos son solventes y las cuentas, al menos las nuestras, son muy claras», ha defendido.
Para el presidente regional, «las ganas del Gobierno de España por entorpecer este proceso» obedecen a las maniobras de «algún duende, a las musarañas» que se cuelan «intentando torpedear este proceso».
A ese respecto, ha afirmado que «detrás de toda maniobra de toda maniobra de destrucción desde el Gobierno de España está Cospedal», a la que ha recriminado la firma del «memorándum de la vergüenza del agua» y que ahora «no tenga ningún problema en intentar parar» el proceso de recuperación de los servicios públicos.
DEFENSA DEL AGUA
En relación al agua, ha insistido en la posición «de defensa a ultranza» que su Gobierno hace de este recurso para esta comunidad autónoma y ha lamentado que, después de que el Gobierno de España gastara «550 millones de euros en construir desaladoras» ahora no se utilicen.
Así las cosas, ha recordado que en el Debate del Estado de la Región propondrá que el Gobierno central subvencione el agua de las desaladoras, para que las comunidades autónomas que las tienen usen ese recurso. «Eso nos permitiría a los demás usar un agua que necesitamos y que nos está estrangulando proyectos de desarrollo». «A ver qué dice el PP», se ha preguntado.
Y es que, a su modo de ver, un pacto sobre el agua pasa por ver cuántas desaladoras hay que hacer nuevas, cómo se establecen los equilibrios de las tarifas, cómo se convence a la gente para que gaste cada vez menos o cómo se prohiben regadíos «absolutamente destrozones» de agua.