El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado confiado en que la gestora del PSOE con su presidente a la cabeza, Javier Fernández, va a intentar «conseguir posiciones lo más consensuadas posibles de unos y otros» de cara a la investidura del líder del PP, Mariano Rajoy.
Así lo ha asegurado García-Page a preguntas de los medios en Toledo sobre la posibilidad de la abstención de algunos diputados socialistas en dicha investidura, tras finalizar el acto de entrega de galardones al mérito artesano en la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama).
«Quiero ser respetuoso con este intermedio político que nos hemos dado. El PSOE tiene que reflexionar sobre muchas cosas, me gustaría, como a la inmensa mayoría de los ciudadanos, que se evitaran terceras elecciones, algo que no solo pasa por el PSOE», ha precisado.
En la misma línea, ha indicado que lo que están intentando los socialistas es «aproximar posiciones» con el objetivo «de ser útiles a España».
Reunión con Podemos
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado que en su encuentro de este jueves con el líder de Podemos, José García Molina, podrán ver «qué políticas hay que acelerar, mejorar o cambiar» aunque no pretende «resolverlo todo ni acabar con todo».
Así se ha referido el jefe del Ejecutivo autonómico a preguntas de los medios sobre este encuentro con la formación morada, al término del acto de entrega de reconocimientos al mérito artesano en la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama).
«Si alguien discrepa, quiere matizar o mejorar la situación, estamos abiertos», ha afirmado el presidente de la Junta, que se ha mostrado confiado en que él y García Molina se podrán poner de acuerdo «con bastante facilidad».
Además, ha dicho ser consciente de que su Gobierno ha avanzado mucho en estos 15 meses, «enfocando muchas soluciones», algo que, según ha afirmado, él mismo «palpa en la calle». «Me gustaría comparar ese diagnóstico», ha asegurado.
Finalmente, ha agradecido a la formación morada en la región que sepa diferenciar su situación de la situación política de Podemos a nivel nacional, afirmando que Castilla-La Mancha «no es una tierra que sea moneda de cambio para otro tipo de cambalaches políticos ni para otro tipo de escenarios políticos».