La exposición “aTempora”, que desde el 8 de junio se muestra en la catedral de Sigüenza, ha iniciado el que será su último mes de apertura con cerca de 50.000 visitantes y un ostensible aumento de los mismos, principalmente en fin de semana.
Este hecho, sumado a las favorables expectativas en cuanto a la asistencia de colectivos que han solicitado visitar la exposición, ha motivado a los organizadores a tomar la decisión de prorrogar su duración desde el 16 de octubre que estaba previsto su cierre hasta el próximo 6 de noviembre.
Con esta prórroga se ofrece la posibilidad de facilitar la asistencia a la muestra de todos los viajeros del “Tren medieval a Sigüenza”, que desde el 17 de septiembre y hasta el 5 de noviembre conecta todos los sábados la madrileña estación de Chamartín con la de Sigüenza, previa parada en la de Guadalajara capital. Para dar respuesta a esta extraordinaria demanda, se ha adelantado a las 16 horas la apertura de la tarde de los sábados, facilitando la visita a los cientos de viajeros interesados.
Del mismo modo, las primeras horas de los días lectivos son aprovechadas por numerosos centros educativos de la región que, tras el inicio del curso, han programado la visita de sus alumnos a la exposición de la catedral seguntina en grupos atendidos por los equipos didácticos de la organización.
Igualmente, son muchos los colectivos sociales y culturales, tanto de Castilla-La Mancha como de la vecina Comunidad de Madrid, que han programado su asistencia a una muestra que supone un verdadero hito cultural para la ciudad.
aTempora, por dentro
Los visitantes de la exposición tienen la oportunidad de disfrutar de un total de 325 obras, prestadas por 33 entidades propietarias, y que han venido a unirse durante estos cinco meses de apertura a las ya existentes en la propia catedral seguntina, en la que se pueden seguir visitando lugares tan emblemáticos como la Sacristía de las Cabezas o la Capilla de San Juan y Santa Catalina, en la que está enterrado Don Martín Vázquez de Arce, conocido como “El Doncel de Sigüenza”.
La exposición parte de la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes y Shakespeare, pero pretende un análisis de una importante etapa histórica de nuestro país y de su relación con el entorno internacional.
Así, en ella conviven aspectos civiles y religiosos, integrando por primera vez en la visita de la catedral todo el ámbito de su claustro, hasta los casi 4.000 metros cuadrados. Es importante resaltar que se ha intervenido para la ocasión en casi medio centenar de obras y que una veintena de ellas nunca había formado parte anteriormente de una exposición.
Por su especial significación, sobresalen del conjunto los cinco “Grecos” que se muestran (entre ellos, cuatro pertenecientes al “apostolado de Almadrones” que ha prestado el Museo del Prado), los ocho tapices flamencos del patrimonio catedralicio, el contenido de la revivida botica del antiguo hospital de San Mateo, los manuscritos y primeras ediciones de obras originales de los principales literatos de nuestro Siglo de Oro, las tres espectaculares banderas (entre ellas la conocida como “Bandera de Drake”, que es la única bandera inglesa del siglo XVI que se conserva en el mundo), la recreación que se hace de la vida cotidiana en tiempos de Cervantes, la colección de doce óleos sobre cobre del pintor flamenco Frans Franken II con temas del Antiguo Testamento, las siete cruces parroquiales de otros tantos lugares de la diócesis o el sorprendente catafalco funerario de la Princesa de Éboli, prestado para la ocasión por el Museo de Tapices de la Colegiata de Pastrana.
La organización de la exposición se ha llevado a cabo desde el Gobierno regional en colaboración con la diócesis de Sigüenza-Guadalajara y el cabildo de la Catedral.
