El Gobierno de Castilla-La Mancha aprobará la semana que viene la ampliación de los recursos destinados a la prestación del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en un 14% respecto a la convocatoria de 2015, hasta alcanzar los 36,3 millones con los que este servicio estará dotado en el ejercicio 2016.
Así lo ha anunciado el presidente del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, tras el acto de la firma de los convenios con las fundaciones tutelares de la región que se ha celebrado este jueves en el Palacio de Fuensalida de Toledo.
Tal y como ha detallado el presidente regional, el Servicio de Ayuda a Domicilio llegará este año a 1.800 personas más que en la convocatoria anterior, llegando hasta los más de 15.000 beneficiarios, y generará la contratación de 100 personas más que en el ejercicio de 2015; cantidades que se ha comprometido a aumentar paulatinamente a lo largo de la legislatura.
Del mismo modo, ha anticipado la intención del Ejecutivo regional de habilitar un nuevo sistema de pago, e “incluso de acuerdo jurídico”, mediante el que no sea necesario “pasar por ventanilla continuamente” ni estar al albur “de la ventolera del consejero o consejera de turno”, sino que establezca un modelo de protocolo global con las entidades, fundaciones y entidades con las que hay “un gasto consolidado” que abarque, al menos, tres años por adelantado.
En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha ha sido asimismo crítico con la gestión realizada por el anterior Ejecutivo autonómico, al haber dejado sin tramitar los convenios de ayuda a domicilio de 2015 con las entidades colaboradoras, lo que supuso que los ayuntamientos soportaran los costes en solitario durante los primeros nueves meses del año. Una “trampa tremenda”, ha explicado el presidente regional, que provocó que la firma de los convenios se produjera entre octubre y noviembre del pasado 2015, “aflorando” un gasto no previsto a esas alturas del ejercicio económico.
Muy al contrario, las ayudas de este año, estarán incluidas en la Ley de Presupuestos regionales que se aprobarán previsiblemente entre los próximos 20 y 21 de abril, con lo que, ha explicado García-Page, no interferirá en el objetivo de déficit de este año que, según ha recalcado el presidente regional, cumplirá con el 0,3% marcado por la Unión Europea y el Gobierno de España.
Más 450 puestos de trabajo en peligro
Por otro lado, el presidente de Castilla-La Mancha ha mostrado su preocupación por la postura del Gobierno central de “echar abajo” la decisión adoptada por el Ejecutivo autonómico de devolver al “horario tradicional” de 35 horas semanales a los trabajadores de la administración regional.
García-Page ha recordado que esa medida fue aprobada por acuerdo con los representantes de los trabajadores y ha advertido que su anulación supondría “un conflicto muy serio que incluso pondría en riesgo el trabajo de más de 450 personas en el mundo sanitario que vamos a contratar como consecuencia de este nuevo horario”.
