El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que ha presumido de la importancia que tiene la agricultura y la superficie forestal (el 45 por ciento del total) de Castilla-La Mancha en la absorción de CO2, ha dicho que la Consejería va a encargar un estudio del efecto sumidero de los cultivos leñosos (viñedo, olivo, almendro, pistacho, principalmente) para demostrar la capacidad de absorción de los bosques y del campo regional.
Una iniciativa que ha sido muy bien acogida por el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), Daniel Calleja, con el que se ha reunido el consejero, según ha informado en nota de prensa el Gobierno regional.
El consejero y el responsable de Medio Ambiente de la Comisión Europea se han puesto de acuerdo para poner en marcha un proyecto conjunto, «un proyecto piloto, para analizar este efecto sumidero del sector agrícola y forestal de Castilla-La Mancha», según ha dicho Martínez Arroyo.
«Vamos a analizar cómo Castilla-La Mancha y sus agricultores contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Somos una comunidad autónoma que puede ser referencia en esta materia y por eso yo le he propuesto a la Dirección General de Medio Ambiente de Europa que nos ayude a llevar a cabo esta iniciativa», ha anunciado.
RÍO TAJO
En otro orden de cosas, el consejero, que ha dicho que el Gobierno regional está dispuesto a hacer «lo que haga falta» con tal de resolver los problemas ecológicos y de los ciudadanos con respecto al agua, ha explicado que el problema del río Tajo es ambiental, «realmente, es una falta de caudal».
Según ha informado en nota de prensa el Ejecutivo autonómico, a juicio del consejero el caudal del río es insuficiente para mantener la biodiversidad asociada al río. «Lo que hay que hacer es trabajar para recuperar el caudal ecológico y la biodiversidad que el río tuvo en sus mejores tiempos», ha afirmado.
HORIZONTE 2020
En otro orden de cosas, Martínez Arroyo ha pedido ayuda para financiar proyectos de economía circular en Castilla-La Mancha, pues la región también tiene la posibilidad de utilizar fondos europeos dentro de la política comunitaria del Horizonte 2020.
En este sentido, ha manifestado que esto requiere mucho trabajo con la Comisión Europea pues no son políticas fáciles, no son proyectos sencillos, ya que exigen mucha cooperación y adelantarse a otros países y otras regiones de Europa. «Hay que estar muy atentos».
Dentro de estos proyectos del Horizonte 2020 está la figura de ‘compra pública innovadora’ para descontaminación de suelos. En el caso de Castilla-La Mancha, «también la posibilidad de transformar los neumáticos en combustible que después compraría la propia Administración regional para calentar los edificios públicos de la Junta», como las Oficinas Comarcales Agrarias (OCAs). Se trata de «hacer de la necesidad, virtud», en palabras del consejero, para resolver problemas como los acopios de neumáticos en la región.
Durante la reunión, ambos responsables de Medio Ambiente han enumerado la posibilidad de acceder a fondos para otros proyectos de economía circular, estrategia de plásticos y otros compromisos medioambientales, a través de ‘compra pública ecológica’. Una figura de la que el consejero ha mostrado su intención de beneficiar a los ciudadanos de Castilla-La Mancha en su compromiso de protección del medio ambiente.
Por último, Martínez Arroyo ha instado a Calleja a poner en común en una próxima reunión técnica el estudio de la Universidad de Alcalá de Henares para Castilla-La Mancha en este tipo de asuntos y, después, en torno a la primavera de 2017, Daniel Calleja se ha comprometido a participar en una Jornada impulsada por la propia Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha.