Con todas las cautelas del mundo, pues vamos a entrevistar al ganador del premio del XX Certamen Artículo Periodístico “Juan Torres Grueso” de la LXV Fiesta de las Letras de Tomelloso, partimos a la Alameda de Cervera. Es una pedanía de Alcázar de San Juan que está entre las dos ciudades, neutral y eterna, la autovía de los Viñedos la puso fuera de los itinerarios. Amador Palacios es, principalmente, poeta. Con “Cementerio de Tomelloso: Pequeño Pére-Lachaise”, publicado en ABC, ganó el mentado premio. Uno tuvo la suerte de formar parte del jurado y fue unánime su victoria.
Jesús Benito conduce y un servidor llama a Amador Palacios: «me esperáis en La Alameda». Palacios vive en Los Molinos, una suerte de barrio, separado de la aldea. Tras los saludos nos conduce a su casa.
«Debía haber citado en el artículo a Francisco Carretero», nos cuenta nada más sentarnos, con voz dulce, primaveral, samaritana, que nos refresca de la que cae fuera, a pesar de que son las 10 de la mañana. Hablamos dela Fiesta de las Letras, Palacios no la conoce, de Dragó, de Dionisio Cañas, de José Ángel García y de aliños indumentarios.
Y llegamos al artículo, a la ocurrencia de comparar el camposanto de Tomelloso con el más famoso de los parisinos. «Fue a raíz de la muerte de Félix Grande, yo quería ver su tumba, un día me acerqué, pero no la encontré, necesité la ayuda del camposantero. Por fin la vi y es, como digo en el artículo o en un poema que compuse ante la sepultura y que acompaña al escrito, gris y fea. Entonces se me ocurrió, pensé en París e hice esa comparación, aunque todas las comparaciones son odiosas como digo en el artículo».
Se podía escribir sobre eso, aseguraba «porque Tomelloso es una cantera. Lo que quería destacar con esa ficción de comparar los cementerios de las dos ciudades es que Tomelloso es una auténtica cantera artística, tanto pictórica como literaria y ahí tenemos grandes ejemplos. García Pavón, uno de los mejores novelistas de la historia; Eladio Cabañero, gran poeta, Félix Grande o Dionisio Cañas, que no es el caso, claro, porque está vivo y muy vivo».
Asegura no ser un poeta tan laureado como le señalamos en una de las preguntas «tengo cuatro premios y no me suelo presentar, además, a concursos. Pero éste me hace una especial ilusión porque no tengo ningún premio de periodismo». Para Amador Palacios, el que se haya valorado su ejercicio periodístico «que ha sido siempre tan intenso, me hace ilusión». Actualmente mantiene una colaboración constante con el suplemento Artes y Letras para Castilla-La Mancha del ABC pero «en tiempos he sido un columnista muy activo, ahora no tanto. Pero no solo artículos periodísticos, de casi todo escribo cada vez menos».
Y nos pone en suerte señalarle que ha editado recientemente dos libros «uno de poesía en prosa», cuyo título nos recuerda el Siglo de Oro, “Bajo el véspero”. «Es un diario poético y por eso lo titulé así: parece que el diario se escribe ya a la luz del atardecer, a última hora del día. Contiene una serie de poemas en prosa, pare que no solo yo, sino muchos poetas, sobre todo de mi generación hemos escrito tanto verso que ya nos agobia, por eso lo resolvemos con la prosa. Vuestro paisano Dionisio Cañas ha reescrito muchos poemas en verso usando la prosa».
El primer verso, nos cuenta —a estas alturas estamos hablando de poesía— es fundamental para el arranque de los demás, «como dice Paul Valery, lo dan los dioses. O lo dan los dioses o esa pura inspiración momentánea que dice “esto tiene que tener treinta versos más o treinta líneas más”. Es momento de inspiración es obsesivo, a mí que me gusta andar, soy senderista y pateo montañas, pero nunca llevo bolígrafo. A veces ha llegado ese primer verso que dan los dioses y he estado toda la caminata recordándolo».
También acaba de publicar el ensayo “La poesía española durante el franquismo (informe muy sumario de una etapa muy densa)”. «Es un tema en el que llevo trabajando desde hace años, estudiando la poesía española que surgió en la posguerra, sobre todo el postismo. Hace muchísimo tiempo publiqué una biografía de Gabino-Alejandro Carriedo, a los pocos meses de su muerte, uno de los poetas que siempre me interesan. En un momento dado me plantee escribir una nueva biográfia de Carriedo, pero que sirva para recapitular la poesía española durante el franquismo. Y así, voy a publicar una biografía apócrifa de Gabino-Alejandro Carriedo, como conoció toda esa época y se relacionó con todos los poetas, habla él».
Parece mentira que en una época tan gris, como ocurrió en el Siglo de Oro, floreciese tanto la poesía «Efectivamente, como en el Siglo de Oro, en el franquismo hubo una riqueza poética por la falta de libertad. Pero ocurrió una cosa muy curiosa, a pesar de estar los poetas divididos en dos bandos como la sociedad, la poesía, sin embargo, los hermanaba».
Otro de los proyectos de Amador Palacios es la publicación de una biografía de Dionisio Cañas «Va ser una biografía literaria, no solo voy a contar la vida de Dionisio, sino repasar sus libros, procurando no hacerla pesada ni analítica».
También anda metido en otras cosas, «a final de mes participo en un festival de poesía en el Moncayo, en Veruela, dedicado al Centenario de Santa Teresa y no tengo que hablar de poesía, tengo que hablar de mística. A mediados de octubre, en Cádiz, voy a dar una conferencia sobre José Eduardo Cirlot. Poemas lo que me va saliendo y cuando empiece la nueva temporada seguiré escribiendo en el ABC».