Fenavin estrena en su octava edición un espacio diferente, donde el olfato es el primer sentido que sucumbe. Pasear por la galería Fenavin Original Wine&Food, ubicada en una esquina del pabellón Dionisos, propone una emoción cambiante a cada paso. El aroma penetrante del queso queda atrás para dar paso al olor chispeante de los encurtidos, luego llega a la nariz el dulzor de la fruta y las mermeladas, así hasta completar los 90 productos agroalimentarios elaborados en la provincia de Ciudad Real que se maridan con vinos de toda España.
Entre los maridajes más atrevidos se encuentran el de la almendra violeta con un blanco Fogoso Bronce de Bodegas Verduguez de Villanueva de Alcardete, un blanco con partículas doradas que lo convierten en un vino seductor o una mermelada de cerveza con un tinto crianza abulense llamado Mmadre de las bodegas Ausín. Pero no faltan maridajes más tradicionales, pues el queso manchego es sin duda el protagonista de la galería, con hasta 37 marcas que se ofrecen combinadas con el vino que mejor les sienta. Son todos matrimonios de conveniencia.
Este nuevo espacio nace con el objetivo de dar a conocer la riqueza gastronómica de la provincia de Ciudad Real, y lo hace con el sello de Fenavin, haciendo que el vino y el producto se saquen mutuamente los más bellos colores, en el mejor de los sentidos.
Desde primera hora ha comenzado el goteo tranquilo de visitantes que, con curiosidad, paseaban entre los mostradores dejándose tentar. Entre ellos estaban José Ayona y Manuel Carbajo, distribuidores llegados de la República Dominicana que acuden en esta edición a Fenavin por primera vez. Mientras catan un Señorío de Guadianeja con unas patatas fritas de Hermanos Chacón explican: “Este espacio es una gran idea, nos ha sorprendido lo bien presentados que están los productos, la gran cantidad de alimentos con caza que se ofrecen y sobre todo la calidad de los maridajes”.
Cerca de ellos María José Rodrigo y Gustavo Novil, de la bodega criptanense Del Saz se interesan por un maridaje con pisto. “Esta galería va más allá del vino, no muestra solo vino, muestra toda una cultura, que es la nuestra, y podemos estar orgullosos de la calidad que tienen nuestros productos”, sentencia Novil.
Se va acercando el mediodía y el goteo de visitantes en este espacio aumenta. Las botellas de espumosos, txacolís, tintos y coupages menguan poco a poco. Cada uno de esos visitantes, copa en mano, degusta con calma los productos, y muchos de ellos no pueden evitar un gesto de satisfacción al ver cómo el vino y los sabores se acunan en su boca.
El espacio Fenavin Original Wine&Food seguirá abierto los días miércoles y jueves en horario de 9 a 12 de la mañana.