Fuente: Lanza
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) deberá indemnizar con 40.000 euros -diez mil menos de los que pedía la perjudicada- a una mujer de Tomelloso de 34 años, I.S.O., a la que se le diagnosticó tarde un cáncer de mama, del que fue operada (se le practicó una mastectomía y perdió el pecho derecho) en septiembre del 2010, “seis o siete años después”, de que se le detectase un bulto.
El tribunal de lo Contencioso Administrativo número 1 de Ciudad Real da parcialmente la razón a la perjudicada y dictamina que “un diagnóstico temprano podría haber evitado la mastectomía”, que según su abogado, Joaquín Espinosa, “ha sido muy invasiva y le ha dejado importantes secuelas y problemas de movilidad en un brazo”.
Pese a existir un informe del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha en el que se entiende que el retraso en el diagnóstico fue “de dos meses”, el perito propuesto por el juzgado ha considerado que el error de diagnóstico fue al menos de “varios años”, en los que a la paciente se le recetaron además anticonceptivos orales que han acelerado el crecimiento del tumor.
I.S.O. empezó a acudir a su médico de cabecera en Tomelloso en 2004, con 24 años, por dolor mamario. Un año después se le hicieron las primeras ecografías en las que se detectó un bulto que no se consideró conveniente operar, pero sí ir controlándolo con chequeos periódicos, hasta que en 2010 se decidió intervenir, ya para amputar la mama derecha en el Hospital de Tomelloso.
La sentencia, que todavía no es firme y se puede recurrir, se notificó este lunes.
