El emblemático Cigarral Viñedos de Santa María de Adolfo Muñoz, acogió este lunes el II Concurso Mejor Sumiller de Castilla-La Mancha. El pedroñero Valentín Checa, se hizo con el trofeo al mejor sumiller de entre los cuatro finalistas de esta competición que organiza la Asociación de Sumilleres de Castilla-La Mancha y Amigos del Vino.
El concurso despertó gran expectación en el mundo del vino contando con numeroso público y una importante representación de los medios de comunicación tanto regionales como nacionales. Durante el evento fue posible, y gracias a los patrocinadores y colaboradores de la prueba, degustar los vinos, los que se usaron durante el concurso, y otros vinos de las bodegas participantes, además se pudieron armonizar con jamón y queso de otras dos firmas.
El presidente de la Asociación de Sumilleres de la región, Ramón Sánchez-Camacho, explicó que el encuentro tenía un carácter único para el sector ya que integraba ponencias especializadas con grandes nombres y otro abierto al público en general, en el que se pretendía fomentar el consumo del vino y del cóctel. Además, Sánchez explicó que los conocimientos de los profesionales son muy importantes, por ello durante el concurso se sometieron a los concursantes tanto a pruebas teóricas como prácticas.
Los aspirantes se enfrentaron a lo largo de la mañana a una prueba teórica y a una cata a ciegas y por la tarde compitieron en distintas pruebas de servicio y cata de las que salieron los dos primeros clasificados que serán los representantes en el certamen nacional que se celebrará en León el próximo mes de octubre.
Como mejor sumiller de la región se proclamó Valentín Checa, que en la actualidad ejerce como sumiller en el restaurante Lavinia en la madrileña calle Ortega y Gasset. En segundo lugar quedo Isaac Gómez Monedero que actualmente dirige junto a su hermano el Restaurante Palio en Ocaña.
Día Mundial del Alzheimer
Dado que la celebración del II Concurso Mejor Sumiller de Castilla-La Mancha coincidió con el Día Mundial del Alzheimer, la Asociación de Sumilleres, quiso solidarizarse con los enfermos y familiares que sufren esta lacra del siglo XXI. Así, por cada copa usada para la degustación de vinos por parte de los visitantes, se cobró un euro.
El importe recaudado a través de esta iniciativa se le entrego a la Federación de Asociaciones de Alzheimer de Castilla-La Mancha.