El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha dicho sospechar que el ex consejero, Arturo Romaní, solo quería “una foto” cuando le ha reclamado una reunión de traspaso de poderes con el objeto de entregarle un documento con la que, según Romaní, es la situación de las cuentas de Castilla-La Mancha.
Así se pronunciaba Ruiz Molina, en declaraciones a los medios de comunicación, esta mañana, en Toledo, tras la toma de posesión como delegado de la Junta en la provincia de Javier Nicolás.
En este sentido, el consejero ha pedido al exconsejero saliente que esté tranquilo porque no tiene «ninguna intención de mover las alfombras» o de inventarse «cosas que no sean ciertas». «En ese sentido yo creo que aprendemos de los errores de los demás», ha destacado.
«En mi profesionalidad no está el inventarme cosas que no sean ciertas en relación con algo tan importante como son las finanzas de la Administración, que en definitiva es el dinero de los contribuyentes que gestionamos los responsables políticos», ha explicado el consejero en el día en el que el exconsejero de Hacienda del Gobierno de María Dolores de Cospedal ha comparecido ante notario para hacer entrega de las cuentas de la región.
A preguntas de los medios, después de asistir a la toma de posesión de Javier Nicolás como delegado provincial de la Junta de Castilla-La Mancha en Toledo, Ruiz Molina ha dicho que no está dispuesto a hacerse «ninguna foto» en la que Romaní le entregue un balance de situación de las cuentas, porque él tiene «muchas cosas que hacer».
Además, ha asegurado que los balances de situación, a partir de este momento, los tiene «simplemente tecleando en el sistema contable de la Administración» y que tiene además a su servicio a todos los funcionarios de la intervención que le pondrán al día de las cuentas.
«Yo también voy a sacar el balance cuando verdaderamente me siente con los responsables de la contabilidad de la Administración», ha apuntado.
Después de que Romaní haya criticado que él se haya negado a realizar cualquier clase de traspaso de poderes, el consejero del Gobierno de Emiliano García-Page ha afirmado que él no ha tenido «ningún inconveniente» en reunirse con él, de hecho ese encuentro se ha producido, calificando el «trato de cordial».
Reunión, ha defendido, que se produjo para ver cuál era la situación de Castilla-La Mancha en relación con el Consejo de Política Fiscal y Financiera y que, según Ruiz Molina, se desarrolló «con total normalidad y con bastante afecto», ha reconocido.
Finalmente, sobre el traspaso de poderes, ha defendido que fue la expresidenta regional María Dolores de Cospedal «la que no quiso reunirse en su momento» con el presidente electo Emiliano García-Page «para formar algún equipo de trabajo que nos permitiera durante el tiempo que ha transcurrido desde el 24 de mayo hasta que tomó posesión García-Page, mantener reuniones de trabajo, como así se hizo cuando el PSOE perdió las elecciones en 2011».
