El candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este miércoles que, si es presidente, aprobará una ley que tendrá como objetivo perseguir el fraude fiscal, y cuya recaudación total tendrá como destino las políticas de empleo.
García-Page, en un acto público en Villacañas (Toledo) ante más de 300 personas, ha vuelto a insistir en que, además, los altos cargos del nuevo Gobierno regional estarán obligados a pagar sus impuestos en Castilla-La Mancha.
«Es importante que quienes deciden sobre nuestros impuestos, sobre nuestra sanidad o nuestra educación, vivan aquí y paguen sus impuestos aquí», ha destacado el socialista, que ha estado acompañado por el alcalde y candidato a la reelección, Santiago García Aranda, y el secretario general del PSOE en la provincia de Toledo, Álvaro Gutiérrez.
«Al político que robe, Código Penal, y al político que mienta, la urna. Que pierda las elecciones. Y aquí, en Castilla-La Mancha, han estado cuatro años en los que no han dejado de mentirnos desde la Junta ni un solo día», ha subrayado García-Page.
Finalmente, ha informado el PSOE en un comunicado, ha llamado al voto útil de nuevo, convencido de que tres de cada cuatro ciudadanos quieren que su oponente electoral, María Dolores de Cospedal no siga, «pero no todos los caminos conducen a cambiar a Cospedal. El único partido que está en condiciones de poder ganar a Cospedal es el PSOE», ha finalizado.
UN PRESIDENTE QUE SIENTA LOS PROBLEMAS
Previamente, García-Aranda ha pedido compromisos con los desempleados a García-Page, convencido de que «para el empleo están muy bien los planes de empleo» aunque eso «no es todo», instando al candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta a «retomar la financiación que se aportaba a los ayuntamientos para sostener a los agentes de empleo y desarrollo local».
El alcalde, que ha solicitado al también secretario regional del PSOE, que «desbloquee» el plan de singular interés del parque empresarial de Villacañas, ha apelado al apoyo de los presentes para lograr «un presidente que no sea como la presidenta que tenemos». «Un presidente que sienta cada problema, cada preocupación, como si fuera el suyo», ha zanjado.
