En las jornadas, Araceli Martínez ha agradecido a la decana del Colegio de la Abogacía de Talavera de la Reina, Margarita Cerro “que haya aceptado formar parte del Consejo de Dirección del Instituto de la Mujer”.
Araceli Martínez ha mencionado algunos de los cambios que se han producido durante estos 20 años, “ahora las mujeres y niñas somos más capaces que nunca de elevar nuestra voz a todas las esferas de la vida, incluida la de la toma de decisiones, y con ello plantear cambios”. Asimismo, Martínez ha explicado que “el empoderamiento no sólo es el ejercicio del poder sino tener poder para provocar transformación”.
La directora del Instituto de la Mujer también ha destacado la relevancia de “la nueva generación de feministas jóvenes que se unen a las veteranas y de hombres que descubren nuevas masculinidades que se está movilizando, aprovechando las nuevas tecnologías, para abordar de forma dinámica las formas más antiguas y recientes de discriminación”.
Además, ha querido destacar que “tras el panorama aparentemente optimista, los derechos de las mujeres se enfrentan a un duro contragolpe, en algunos ámbitos de la sociedad se intenta cosificar a las mujeres aceptando la mercantilización de sus cuerpos”
Araceli Martínez ha mostrado especial interés en “los desafíos que tiene el feminismo después de 20 años de la IV Cumbre de Beiijing”. En este sentido la directora ha mencionado que “España como estado miembro de la Unión Europea puede y debe favorecer la legislación en materia de igualdad de género”.
Martínez ha explicado que Beijing fue una cumbre inspiradora para la pionera Ley de Prevención de Malos Tratos y Protección a las Mujeres Maltratadas de Castilla-La Mancha aprobada en 2001, así como la Ley Integral contra la Violencia de Género que España tiene desde 2004. En este sentido, ha destacado que “es necesario actualizar la Ley para incorporar perfiles de víctimas que ahora se quedan fuera, como por ejemplo las mujeres prostituidas”. En este sentido, ha señalado los datos de denuncias antes y después de la Ley Integral, indicando que “en tan sólo tres años de Ley Integral se multiplicaron por siete el número de mujeres que dieron el paso y denunciaron para salir de la violencia”.
En cuanto a la disminución de órdenes de protección, la directora del Instituto de la Mujer ha subrayado que “el sistema de justicia debe ser de la confianza de las mujeres y facilitador para las víctimas y contundente con los maltratadores”.
La directora ha insistido en la necesidad de contar con profesionales y especialistas en igualdad de género “la formación y profesionalización parece algo inherente a cualquier ámbito, sin embargo cuando hablamos de igualdad de género parece que pierde su obviedad”.
Por último, ha concluido diciendo que “las mujeres no somos un grupo homogéneo y tenemos múltiples identidades, por ello es imprescindible una especialización en género y su perspectiva en los diferentes ámbitos”.