El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado hoy que 60.000 conquenses podrán elegir nuevamente el Hospital de Cuenca como su centro de referencia “con carácter inmediato”. De esta manera, podrán ser atendidos en la ciudad de Cuenca o ser derivados a Villarrobledo (Albacete), en función del deseo de cada paciente.
Así lo ha indicado hoy el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, previamente al encuentro que ha mantenido con profesionales sanitarios del Área Integrada de Cuenca en el Hospital conquense Virgen de la Luz. Entre los invitados al encuentro con el presidente se encontraban miembros del Hospital, de su equipo directivo, de Atención Primaria y Junta de Personal, así como el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, y el vicepresidente de la región, José Luis Martínez Guijarro.
García-Page, quien considera que “la primera igualdad que hay que defender es la igualdad ante la salud”, ha asegurado que el acto que hoy se celebra supone “un desagravio a Cuenca”, tras el varapalo sufrido en los últimos años con los centenares de despidos que se produjeron en el Hospital conquense.
“Hay quien piensa que todo debe someterse a un criterio de rentabilidad, pero la rentabilidad hablando de salud no tiene mucho sentido”, ha apuntado. Por eso, el 30 de noviembre se reanudarán las obras del Hospital de Cuenca, ha anunciado el presidente regional.
En esa fecha comenzará una obra “muy importante y la primera gran obra de la región” por motivos sanitarios, pero también por motivos económicos, porque aportará “impulso económico a la ciudad y a todo su entorno”, ha señalado. En este sentido, el jefe del Ejecutivo autonómico ha recordado que Cuenca tiene una particular situación geográfica, con muy poca población en un entorno de 80 kilómetros, “y por tanto necesita una apuesta pública por encima de otras ciudades y provincias”.
Un nuevo TAC y hemodinámica diagnóstica
Por otro lado, García-Page ha insistido en su deseo de incrementar y mejorar los servicios del Hospital. Por ello -ha anunciado- “antes de que acabe el año vamos a poder disponer de un nuevo TAC de última generación, que mejorará y mucho las pruebas radiológicas”. Una inversión, ha explicado, que ya ha sido aprobada por la Consejería de Sanidad “y que es determinante para recuperar los niveles de funcionamiento óptimo que tenía el servicio hace solo unos años”.
Además, el Hospital de Cuenca dejará de ser el único que carece de hemodinámica diagnóstica a lo largo de 2016, ha apuntado. Todas estas medidas, ha indicado el presidente, responden a una “demanda justificada” del conjunto de los profesionales sanitarios, y supone un reconocimiento al trabajo que estos últimos años ha venido haciendo la comunidad sanitaria conquense “en un momento de tremendo ajuste económico”.
