El candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este domingo que las cosas van a cambiar «para todo el mundo, para la gente que más lo necesita». «A partir de mañana estaremos a la altura de nuestra historia», ha dicho.
En el Cigarral del Santo Ángel Custodio de Toledo, flanqueado, entre otros, por el expresidente José Bono; el secretario de Organización del PSOE regional, Jesús Fernández Vaquero; la portavoz regional, Cristina Maestre; la candidata a la Alcaldía, Milagros Tolón, su mujer y sus dos hijos y su hermano gemelo Javier, ha asegurado que «lo que queda por hacer es tremendo» y «muy grande».
Emocionado, García-Page, que ha señalado que esta noche no se quiere acordar «ni de Nacho Villa ni de Cospedal» sino de «la cantidad de gente» que en Castilla-La Mancha les está «esperando», ha asegurado que no tiene «ningún rencor, ningún tipo de problema con nadie, ni con quien haya votado al PP, ni contra aquellos que han estado cuatro años atacando o insultando».