El otoño, que comenzará este miércoles 23 de septiembre a las 10.21 horas en la España peninsular tendrá temperaturas más altas de lo normal en todo el país y precipitaciones superiores a la media en el cuadrante noroeste peninsular, según la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En la rueda de prensa trimestral de la AEMET, la portavoz Ana Casals ha explicado que la temperatura media del otoño está entre los 15 y los 16 grados centígrados y se prevé que en la próxima estación el mercurio ascienda aproximadamente 0,5 grados centígrados más, con una probabilidad superior al 50 por ciento. Esto llegará después del segundo verano más cálido desde 1961.
En cuanto a las precipitaciones, ha dicho que también se espera que las lluvias sean más copiosas de lo normal con una probabilidad de entre el 60 y el 70 por ciento en el noroeste peninsular y en torno a un 50 por ciento en el resto de la Península. «Esta situación es típica de la influencia del fenómeno de El Niño», ha valorado Casals.
A este respecto, ha precisado que este fenómeno meteorológico generará un mayor impacto en las temperaturas de la Península y Europa entre octubre y noviembre y que influirá, aumentando las precipitaciones, en estas zonas entre agosto y noviembre.
Por otro lado, ha indicado que este verano ha tenido un carácter «cálido», con una temperatura media de 24,5 grados centígrados, que es un valor 1,5 grados centígrados más caluroso de lo normal, al tiempo que ha llovido un 13 por ciento más que la media del trimestre para los meses de junio, julio y agosto. Se trata del segundo verano más cálido desde 1961, solo superado por el de 2003, y que ha tenido la ola de calor más larga desde que hay registros, con 22 días de calor por encima de la media en 30 provincias.
Por ámbito geográfico, según la portavoz, el trimestre estival ha sido «extremadamente cálido» en Castilla-La Mancha, en el centro y este de Andalucía y en extensas áreas de Madrid y Castilla y León. En el resto de España tuvo un carácter muy cálido.
Por meses, Casals ha apuntado que el comportamiento térmico ha sido «bastante desigual», ya que julio «superó con diferencia los anteriores registros de temperatura media mensual para este mes, con una anomalía térmica media de 2,6 grados centígrados. Mientras, junio resultó «muy cálido», con una anomalía de 1,4 grados centígrados y agosto, «el mes más frío de este verano», se saldó con una temperatura media de 0,5 grados centígrados más de lo habitual.
Sobre el mes de julio de 2015, lo ha definido como «excepcional» por la persistencia de altas temperaturas en gran parte de España. De este modo, ha añadido que la treintena resultó «extremadamente cálida» en el interior peninsular, en gran parte de la mitad este y del resto de Andalucía.
Fue «muy cálido» en el resto de la Península excepto algunas pequeñas áreas del oeste de Galicia, donde fue entre normal y cálido. De hecho, las anomalías térmicas positivas fueron de más de 3 grados centígrados en gran parte del centro y cuadrante sureste y en algunas áreas del nordeste.
En este contexto, ha indicado que si en vez de poner el mes de julio en relación con el periodo de referencia actual, se analizara respecto del anterior –que rigió hasta el 1 de enero de 2015–, la anomalía térmica positiva sería de unos 3,2 grados centígrados, más de medio grado más de diferencia.
LA OLA DE CALOR MÁS LARGA JAMÁS REGISTRADA
Este verano de 2015 pasará a la historia como el que registró la ola de calor más larga, superando con creces la de 2003. Así, ha indicado que este, precisamente, ha sido el hecho más destacado del verano. El calor intenso afectó de forma continuada a gran parte de España, sobre todo al interior y al sur desde durante 22 días, del 26 de junio hasta el 29 de julio, aunque del 22 al 26 de julio bajaron los termómetros y no se puede considerar ola de calor propiamente dicha. «Durante todo el mes de julio las temperaturas se mantuvieron por encima de los valores normales, tanto en las máximas como en las mínimas», ha subrayado.
Sobre todo, fueron especialmente altas los días 6 y 7, cuando se superaron los 45 grados centígrados en el bajo Guadalquivir e interior de Valencia. Las máximas de julio se dieron en el observatorio de Córdoba, que llegó a 45,2 grados centígrados el 6 de julio, y el día 7 en Zaragoza-aeropuerto, se llegó a 44,5 grados centígrados y a 43 grados centígrados en Murcia.
Por el contrario, las mínimas del verano se produjeron en la segunda decena de junio y entre el 24 y el 29 de agosto. La mínima de la estación fue el 14 de junio en Izaña (Tenerife), con 1,1 grados centígrados y el Puerto de Navacerrada con 2,3 grados centígrados. Entre las capitales, la mínima se registró en Lugo, que tuvo 5 grados centígrados el 2 de junio, seguido de Villanubla-Valladolid, con 5,7 grados centígrados el día 16 de junio.
Mientras, el jefe de predicción de la AEMET, Ángel Alcázar, se ha referido a las lluvias, que en este periodo veraniego han sido superiores a lo normal debido a los «diversos episodios de precipitaciones ocasionalmente intensas» asociadas a tormentas y que se produjeron sobre todo en zonas del este e interior de la mitad norte. En total, este trimestre ha llovido en España 85 litros por metro cuadrado, aproximadamente un 13 por ciento más de lo habitual según el periodo de referencia 1981-2010.
Por zonas, ha indicado que ha llovido más de lo normal en el cuadrante nordeste, resto de Castilla y León, gran parte de Madrid y de Valencia, sureste de Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, norte de Murcia, este de Almería y pequeñas áreas de Extremadura y Andalucía occidental. De hecho, en zonas del valle del Ebro, centro y norte de Valencia, en Canarias y en la isla de Ibiza ha llovido el triple de lo normal.
Asimismo, ha informado de que este trimestre hubo episodios de precipitaciones intensas, como los del 9 al 15 de junio en el interior peninsular, zonas del norte y de las regiones mediterráneas; el de los días 30 y 31 de julio en el nordeste; el de los días 12 y 13 de agosto en Canarias, «muy inusual para estas fechas» y que dejó precipitaciones «especialmente importantes» en el nordeste de Tenerife, algunas de las cuales fueron de carácter torrencial. También los días 26 y 27 de agosto hubo precipitaciones persistentes en Galicia.
La mayor precipitación máxima diaria se observó en Pamplona el 31 de agosto, cuando se recogieron 61,9 litros por metro cuadrado.
En esta línea, la portavoz ha anunciado también que este año agrícola, que comenzó el 1 de septiembre de 2014 y que ha terminado el 31 de agosto de 2015 ha sido «el más cálido desde que hay registros».
SEPTIEMBRE: FRESCO Y LLUVIOSO
Por su parte, Casals ha continuado explicando que septiembre está siendo un mes más fresco y lluvioso de lo normal. En concreto, entre el 1 y el 16 de septiembre los valores han sido inferiores a lo normal en toda España menos en Canarias, donde por el contrario, esta quincena ha sido algo más cálida de lo normal. Estos datos confirman sitúan a este periodo en «la primera quincena de septiembre más fría de las últimas casi dos décadas, desde 1996».
Asimismo, este mes también están siendo «ampliamente» más lluvioso de lo habitual de acuerdo con el periodo de referencia (1981-2010). En concreto, esta quincena ha resultado «especialmente húmeda» en el sureste peninsular, donde hubo un «importante temporal de lluvias» entre el 5 y el 7 de septiembre y en Galicia, noroeste de Castilla y León, que registraron precipitaciones intensas y persistentes el día 15.
Tan solo en las islas centrales y orientales de Canarias y en el cantábrico oriental, litoral del suroeste de Andalucía, centro de Aragón, sur de Extremadura y este de Cataluña llovió por debajo del valor medio.