Durante la vida de la mujer, y principalmente por razones hormonales, hay periodos concretos en los que las encías van a estar más susceptibles a la inflamación y, por lo tanto, se eleva el riesgo de sufrir enfermedades bucales. Una adecuada estrategia preventiva, diseñada por el dentista o el periodoncista, minimizará estos riesgos.
Como resalta el profesor Josep María Lailla, presidente de la sociedad española de la ginecología y obstetricia (SEGO), «en la pubertdad, antes de la menstruación, con la ingesta de anticonceptivos orales hormonales, durante el embarazo y en la menopausia, las enfermedades periodontales tienen especial protagonismo».
Incluso, existen patologías propias de una situación determinada en la mujer, como la gingivitis gestacional o gravídica, que afecta a la mayoría de embarazadas. Esto produce sangrado, predispone a la caries dental y a sufrir problemas infecciosos.
PUBERTAD
Durante este periodo pueden desarrollarse signos marccados de inflamación en las encías, esto se denomina «gingivitis puberal», y está asociada a los incrementos de las hormonas sexuales, estrógenos y progesterona, que ocurren alrededor de los 12 años.
Se trata de una situación generalmente transitoria, y reversible tras la pubertad, al menos de forma parcial. La eliminación de la placa bacteriana mediante instrucciones de higiene adecuada y/o profilaxis dental son los dos factores clave para controlar los síntomas.
MENSTRUACIÓN
Ocasionalmente, algunas mujeres padecen gingivitis menstrual, presentado sangrado e inflamación de las encías en un tono rojo brillante así como úlceras en los carrillos. Esto ocurre justo antes de la menstruación y desaparece una vez que esta ha empezado.
ANTICONCEPTIVOS ORALES
Están compuestos por hormonas sintéticas similares a los estrógenos y progesterona. Estas se asocian a un aumento de la inflamación de las encías, que si se mantiene en el tiempo puede conducir a daños irreversibles en los tejidos que rodean y sujetan los dientes, por lo que es recomendable que las mujeres que los tomen controlen el estado de sus encías con su
dentista y periodoncista.
EMBARAZO
La inflamación de las encías aumenta durante la gestación, y suele desaparecer habitualmente tras el parto. Por esta razón se la conoce como gingivitis del embarazo o gravídica.
Los estudios actuales muestran que menos del 1% de las embarazadas manifiestan gingivitis gravídica si al empezar el embarazo no presenta gingivitis, sin embargo, si tiene inflamación gingival, la frecuencia se eleva hasta el 36%.
Las alteración en los niveles hormonales que se producen durante el embarazo afectan a los vasos sanguíneos de las encías, al funcionamiento de las células del periodonto, a las bacterias de la placa y al sistema inmune local.
Si tiene gingivitis o periodontitis previa al embarazo, se eleva el riesgo adicional de que haya resultados adversos del embarazo. Así, se calcula que el riesgo de parto prematuro se puede llegar a triplicar si la madre tiene periondotitis. El contro de la saludo gingival es fundamental en casos de diabes gestaciona, para evitar complicaciones tanto en la madre
como en el feto.
Una madre con periodontitis (o piorrea) puede tener hasta el triple de riesgo sufrir un parto prematuro. Este fenómeno está ligado a la liberación de sustancias oxitócicas, que se caracterizan por su acción selectiva sobre la musculatura lisa del útero y de la glándula mamaria, estimulando las contracciones uterinas e induciendo el parto.
Por ello, de la misma manera que que se realiza una preparación para fortalecer los huesos, es recomendable que las mujeres que pretendan tener un hijo sigan un especial cuidado con su salud bucodental.
La visita al dentista o al periodncistas antes y durante el embarazo permite prevenir, así como identificar y tratar los signos y síntomas de la gingivitis gravídica.
MENOPAUSIA
Durante este periodo en la vida de la mujer se reducen tanto los niveles de estrógenos como los de progesterona y se producen alteraciones significativas en los tejidos de la boca, como una menor secreción y cambios en la composición bioquímica de la saliva junto a desórdenes de la flora bucal.
Se pueden apreciar trastornos periodontales como la gingivitis atrófica (una palidez anormal), gingivoestomatitis posmenopáusica (encías brillantes y secas, sangrado fácil y color que varía entre pálido y rojizo) y malestar bucal, con sensación de quemazón, sequedad y mal sabor («síndrome de boca ardiente»).
Es fundamental el mantenimiento de unos niveles bajos de placa bacteriana y se debe visitar al odontólogo o al periodoncista de forma periodica. Si se esta tomando bisfosfonatos orales, se debe informar al especialista para que adopte las medidas oportunas.
Fuente:SEPA