Cáritas Diocesana de Ciudad Real vuelve a apostar este año por la integración social de los colectivos más desfavorecidos mediante la alfabetización y las habilidades sociales a través de sus programas formativos de acción social. En total son diez talleres, que se imparten tanto en la capital como en los municipios de Villarta de San Juan, Manzanares, Daimiel, Campo de Criptana, Moral de Calatrava, Villanueva de los Infantes, Socuéllamos, Puertollano y Tomelloso.
En general, los talleres educativos de alfabetización de Cáritas están dirigidos a las personas que atraviesan una situación más grave de exclusión, por déficits educativos, dificultades culturales, de idioma, por trayectoria vital y que necesitan trabajar más profundamente ciertos aspectos educativos o de habilidades sociales.
«La idea es que los participantes más jóvenes valoren la importancia de los estudios como medio para acceder a un puesto de trabajo y así retomen sus estudios en ESO o bien en ciclos formativos. También trabajamos en estos talleres con mujeres más mayores con las que buscamos mantener hábitos ya aprendidos y reforzarles en los pequeños avances y su sentido vital», explica Cáritas.
Los participantes en estos talleres perciben en su mayoría una contraprestación, en forma de ayuda económica o en especie en el menor de los casos, por asistir a los talleres.
Estos talleres se plantean además como espacios de crecimiento y están estructurados para grupos entre 8 ó 15 personas, según las necesidades detectadas, las realidades de las localidades y los equipos que lo desarrollan. Se trabajan cuestiones de alfabetización y educación general, así como castellano para personas migrantes, además de la autoestima, recuperación del sentido vital, las habilidades sociales, manuales, de organización del hogar o de empleo.
En cuanto al perfil de los participantes en estos talleres, Cáritas explica que en su mayoría son mujeres, con un perfil cultural variado, pues participan personas, payas, gitanas y migrantes, de bajo nivel formativo y escasa cualificación profesional.
Desde Cáritas se indica que son personas con ingresos insuficientes a para cubrir las necesidades básicas de la unidad familiar, La gran mayoría tienen menores a su cargo, y pertenecen a familias que tienen que vivir con ingresos discontinuos procedentes de trabajos temporales e inestables, planes de empleo de los ayuntamientos, prestaciones de desempleo o servicios sociales, algunos con hipotecas o créditos a los que no pueden hacer frente; la falta de hábitos, destrezas y habilidades dentro del ámbito familiar, que les dificulta su propia organización doméstica y económica, es otra característica común.
Para el desarrollo de estos talleres se cuenta tanto con fondos propios de la entidad, los cuales provienen de donativos y colectas de primer domingo de mes, como con fondos de la JJ.CC. de Castilla-La Mancha para parte del desarrollo de algunos de ellos.
Testimonios
En el municipio de Tomelloso participan en el taller de castellano un total de 30 mujeres, repartidas en tres trimestres, tanto gitanas como payas, con muy bajo nivel de alfabetización, con pocas habilidades para la vida diaria e ingresos económicos insuficientes para el sostenimiento familiar.
Los talleres se imparten dos días a la semana, dos horas y media cada día, y en ellos se trabaja la alfabetización, la organización doméstica, costura y el cuidado y la higiene personal. Las participantes reciben un apoyo económico de 100 euros mensuales.
Las participantes destacan la utilidad de estos talleres «para manejarse mejor por la vida», así como para aprender a leer y escribir, además de la ayuda económica.
El de Villarta de San Juan, de características muy parecidas, se centra más en el conocimiento del castellano. Las mujeres que asisten, destacan la importancia del idioma para ir al médico, a la compra o para ayudar a sus hijos en las tareas del colegio. Por su parte, los voluntarios que dedican su tiempo en el taller destacan lo gratificante que es enseñar a personas que quieren aprender.
En la Cáritas Interparroquial de Manzanares han dado un paso más y pusieron en marcha en 2010, en coordinación con el Centro de Formación Permanente de Adultos «San Blas», una Escuela para la Integración en la que cuentan con 26 alumnos que son atendidos, de lunes a jueves de seis a siete de la tarde, por un total de nueve voluntarios que imparten clases de apoyo de lengua y matemáticas, y realizan un acompañamiento individualizado a los alumnos.
Los participantes destacan la utilidad de esta escuela, dirigida a mayores de 18 años en situación de precariedad económica y en riesgo de exclusión social, donde mejoran el idioma y aprenden una formación básica.
En Ciudad Real capital son 20 las mujeres que participan en dos talleres educativos que se imparten de febrero a junio y de octubre a diciembre. Las participantes son en su mayoría de etnia gitana, que viven en deficientes condiciones, en barrios periféricos de la ciudad, algunas de ellas con hijos pequeños y escasa formación académica, además de bajos ingresos económicos.
En estos talleres se imparten varios módulos: educativo y de cultura general, de habilidades manuales y creatividad y de habilidades sociales. Las participantes aseguran que este taller les aporta seguridad, bienestar, cultura, valores e, incluso, apoyo sicológico y en sus relaciones sociales. Destacan también el acompañamiento que les prestan los voluntarios de Cáritas, las buenas relaciones entre el grupo que hace también que ellas ganen confianza y aumente su autoestima.
Cáritas de Socuéllamos desarrolla un Taller educativo y de habilidades sociales, en el que 11 mujeres trabajan el aspecto educativo partiendo de la animación a la lectura, puesto que es un hábito que no tienen desarrollado, además de trabajar las habilidades sociales.
Cáritas Daimiel cuenta también con clases de castellano en el que participan veinte mujeres, que destacan la importancia de aprender el castellano para resolver situaciones cotidianas, el respaldo de Cáritas para su integración en la vida local del municipio y el compañerismo que se vive entre el grupo. Los voluntarios que atienden el taller resaltan la satisfacción de una labor muy gratificante como es la integración de este grupo de mujeres en Daimiel.
En Puertollano participan en el taller de alfabetización doce mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años. Algunas no saben leer ni escribir y otras tienen muy bajo nivel educativo, escasos y discontinuos ingresos económicos en el núcleo familiar, cargas familiares, dificultad de acceso al mercado laboral, etc.
En el taller se trabaja la alfabetización y microtalleres de habilidades sociales y crecimiento personal, economía doméstica, empleabilidad y participación, salidas culturales y celebraciones comunes impartidos por un equipo de voluntarias y la monitora.
Las participantes destacan la utilidad de los conocimientos aprendidos y también el clima de confianza y solidaridad que se han creado ente el grupo, se sienten escuchadas y atendidas.
En Moral de Calatrava son 28 personas las que asisten a los talleres de promoción, en los que se ofrece a los migrantes, los elementos más esenciales para que puedan integrarse lo mejor posible en nuestra cultura: idioma español y promoción de la mujer a través de trabajos manuales, uso de medicinas, primeros auxilios, limpieza de hogar o costura. Estas clases se llevan a cabo los jueves y están impartidas por 5 voluntarias y una colaboradora que apoya a dos migrantes para sacarse el título de E.S.O.
Y en Villanueva de los Infantes, son 18 las personas migrantes que participan en el Taller de Alfabetización, que tiene como objetivo fomentar la promoción integral estas personas, para favorecer su integración social y laboral. Se pretende que los participantes reciban una formación integral en todos los sentidos posibles, desarrollando sus capacidades y haciéndoles partícipes de su propio desarrollo.
