La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha señalado que las políticas encaminadas a mejorar la eficiencia energética, promover las fuentes renovables y la reutilización de residuos “son una clara oportunidad para potenciar el crecimiento económico y la creación de empleo en la Unión Europea”.
Soriano ha participado esta mañana en Madrid en la reunión del Consejo Consultivo de Medio Ambiente, en el que el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas han preparado el próximo Consejo de. Ministros del ramo de la UE, al que asistirá la consejera de Castilla-La Mancha para defender la postura de las 17 regiones españolas.
La consejera se ha referido a uno de los principales asuntos que abordarán los ministros de Medio Ambiente el día 28 de octubre el Luxemburgo, que es la revisión de la ‘Estrategia Europa 2020’, que en su vertiente energética prevé reducir en un 20 por ciento las emisiones de carbono y aumentar en un 20 por ciento tanto las energías renovables como la eficacia energética.
Asimismo, ha incidido en que “estamos en un período a nivel internacional de reflexión sobre cuál debe ser el modelo energético”, y en este punto “desde las comunidades autónomas españolas apostamos de forma decidida por impulsar medidas de eficiencia energética y el fomento de energías renovables, aunque sin dejar de lado las energías convencionales con formas de producción respetuosas con el entorno”.
Inversión en I+D+i y en educación ambiental
La titular de Agricultura ha expuesto que para lograr los objetivos los Veintisiete “deben fomentar la investigación a nivel comunitario para dar un nuevo empuje a las iniciativas de mejora y eficiencia energética, ya que de esta manera los objetivos que nos hemos marcado serán más fáciles de alcanzar”.
Por último, ha solicitado “un mayor compromiso en materia de educación ambiental, especialmente entre la población más joven”, y mantener el ritmo inversor en materia de reciclaje, de manera que se aproveche una mayor cantidad de residuos, a los que se les puede dar nueva vida en forma de nuevos productos, generación de energía o abono para el campo, según los principios de la ‘economía circular’.