La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, ha afirmado que la reforma de la Política Agraria Común (PAC) “es muy beneficiosa para el sector agrario de Castilla-La Mancha y de Ciudad Real, a quien fortalecerá al dotarle de una ficha financiera significativa e introducir importantes mejoras en sectores tan importantes para la provincia como el vitivinícola o el ganadero”.
Soriano ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa en Ciudad Real, en la que ha detallado los principales aspectos del ‘modelo español’ de la reforma de la PAC para el período 2014-2020 y su impacto para los agricultores y ganaderos de Ciudad Real.
En el transcurso de su intervención, la consejera ha expuesto que el punto de partida era un texto “desastroso” que dejó el PSOE en el año 2011 para el campo regional, en el que se ha implicado a fondo el Gobierno de María Dolores Cospedal, y al que “hemos logrado dar la vuelta y tener una PAC que garantiza el futuro de nuestros agricultores y ganaderos, les hace más fuertes, con explotaciones más rentables y competitivas, y hace más internacionales a nuestras industrias agroalimentarias”.
1.313 millones en ayudas directas para Ciudad Real
La consejera de Agricultura ha señalado que el gran objetivo de la negociación -que finalmente se ha cumplido- era mantener la ficha financiera, para lo que se ha ido paso a paso. “En primer lugar, España logró mantener el presupuesto nacional; luego el Gobierno de Castilla-La Mancha consolidó el suyo y ahora estamos buscando el modelo que permita que cada agricultor y cada ganadero perciba individualmente las mismas ayudas europeas”.
De ellos, 5.600 millones son del llamado ‘Primer Pilar de la PAC’ y 1.147 del ‘Segundo Pilar’, el desarrollo rural, en el que incluso la región incrementa sus fondos en cuatro millones con respecto al septenio 2007/2013, concentrando el 14,24 por ciento de la partida nacional.
Soriano ha estimado que los agricultores y ganaderos de Ciudad Real percibirán 1.313 millones en ayudas directas durante todo el período, a lo que hay que sumar importantes fondos del programa de apoyo vitivinícola y fondos de desarrollo rural.
2.000 ganaderos de Ciudad Real beneficiados con ayudas acopladas
María Luisa Soriano ha reseñado la dotación de fondos a sectores que quedaban en grave riesgo por la pérdida de ayudas, a través de las ‘ayudas acopladas’, una partida de 583 millones de euros al año que el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas han decidido destinarla en gran parte a los ganaderos, que concentrarán el 84 por ciento de estos fondos, con 490 millones de euros al año.
De esta partida, algunos fondos vendrán para unos 5.000 ganaderos de de ovino, caprino y vacuno de Castilla-La Mancha, de los que 2.000 perceptores son de la provincia de Ciudad Real; en concreto 906 de ovino, 606 de caprino, 511 de vacuno de carne y 34 de vacuno de leche. Entre todos cuentan con 8,3 millones de cabezas de ganado.
En la vertiente agrícola, de estos fondos acoplados también se beneficiarán 6.852 agricultores de cultivos proteicos -como guisantes o girasol- de Ciudad Real; 1.000 productores de frutos de cáscara de la provincia o 20 agricultores de legumbres de calidad.
Agricultura activa y mínimo trasvase de fondos entre productores
La titular de Agricultura del Gobierno regional ha destacado que por primera vez las ayudas se destinarán a aquellos que de verdad mantienen sus explotaciones activas, ya que sólo se tendrá derecho a las mismas acreditando que un 20 por ciento de los ingresos agrarios provienen de la comercialización de los productos y, en el caso de los ganaderos, manteniendo una carga mínima de 0,20 Unidades de Ganado Mayor (UGM) por hectárea, teniendo en cuanta que, por ejemplo, 1 vaca es una UGM o una oveja 0,15 UGM.
Además, se eliminan las ayudas para aquellos titulares de derechos que de forma clara no tienen actividad agraria: aeropuertos, terrenos de compañías ferroviarias, campos de golf, etc.
Por otro lado, María Luisa Soriano ha expuesto otra cuestión positiva de la reforma, la división de España en comarcas homogéneas, concretamente entre 22 y 24, en las cuales se aplicará cierta convergencia para reducir las diferencias entre ayudas percibidas por hectárea y se minimizará el trasvase de fondos entre territorios y sectores, de manera que cada agricultor o ganadero reciba su mismo nivel de ayudas.