El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha valorado el año 2014 como “satisfactorio” en materia de finanzas porque, durante este ejercicio, se ha terminado con el grave problema de morosidad pública que tenía la región y se ha mantenido el gasto en servicios públicos.
Durante una visita a la localidad toledana de Nambroca, el consejero ha hecho balance del año que termina y ha señalado los cinco aspectos “clave” que, a su juicio, definen el año 2014.
En primer lugar, Romaní ha destacado que en materia de pagos, tras el último Fondo de Liquidez Autonómica y junto a la gestión diaria, “se han mejorado los plazos de pago de la Junta y se ha puesto fin al grave problema de morosidad que arrastraba”.
Además, ha añadido, “el Gobierno de la presidenta Cospedal ha cortado en seco el crecimiento de la deuda, y en 2014 ésta ha crecido menos que la economía”, lo que se traducirá en un descenso de la deuda en términos relativos durante 2015.
En materia de impuestos, el consejero ha destacado la “rebaja general de impuestos a través del IRPF, que es el tributo más general que manejamos”.
Todo ello, ha añadido Romaní, “ha supuesto que los mercados financieros recuperen la confianza en Castilla-La Mancha, como lo demuestra la opinión de analistas, entidades bancarias y agencias de calificación de riesgo”.
“Se ha consolidado la credibilidad, las finanzas públicas generan completa confianza y eso se ha notado en el precio al que nos financiamos y en el coste de la deuda, ya que se han producido bajadas importantes en los tipos de interés”.
Más empleo para 2015
Asimismo, de cara a 2015, el consejero ha expresado su confianza en que se genere “mucho empleo a través del crecimiento económico”, ya que hay elementos que pueden afectar positivamente a la creación de puestos de trabajo. Entre ellos, unos intereses a la baja que permitirán dedicar más dinero a impulsar la economía regional”.
Además, ha añadido, la rebaja del IRPF “va a mejorar la renta disponible de las familias”, algo que, sumado al bajo precio de los carburantes y la cotización a la baja del euro provocará una mejora de la competitividad”.
