El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha afirmado que en el presente ejercicio se producirá «un punto de inflexión, mientras que en 2015 y 2016 comenzará la reducción de la deuda de nuestra región”.
Durante su comparecencia en la Comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes regionales, el consejero de Hacienda ha explicado que la economía de la región «crece más rápido» que la deuda, de manera que se está reduciendo deuda en términos relativos. Este proceso tendrá su reflejo en 2015 y 2016, ejercicios en los que se verá una efectiva reducción del nivel de endeudamiento de la comunidad.
Romaní ha subrayado que el nivel de deuda financiera, que se situó en 12.060 millones de euros en el primer trimestre del año según los últimos datos del Banco de España, ha aumentado en esta legislatura como consecuencia del endeudamiento oculto, por las facturas «en los cajones» que ocultaba el anterior Gobierno socialista.
«Hay que insistir -para que todo el mundo lo conozca- el origen de la deuda financiera», ha dicho el consejero. Según ha argumentado, hay tres preceptos básicos: que la deuda la genera el déficit; que el Gobierno actual ha ido mucho al banco para pagar las miles de facturas que dejó sin pagar el anterior Ejecutivo y poco para pagar su propio presupuesto; y por último, que al llegar el Ejecutivo de Cospedal en 2011, la deuda ascendía a cerca de 11.000 millones de euros.
De esa cifra de deuda total, ha explicado Romaní, 7.000 millones eran deuda bancaria, y otros 4.000 millones correspondían a deuda con proveedores. Lo que ha hecho el Gobierno regional, ha continuado, es convertir la deuda comercial en deuda financiera, para poder pagar así a los proveedores de la Junta y pasar a deberle el dinero a los bancos.
El consejero de Hacienda ha asegurado que tras una «gestión extraordinaria» del Ejecutivo castellano-manchego, se ha reducido la deuda a corto plazo, que ahora supone sólo el 1,76 por ciento. “A día de hoy el volumen pendiente con acreedores se ha reducido y la media de pagos es de 47 días”, ha añadido.
Gracias a la política de contención del déficit público, ha concluido el titular de Hacienda, el Gobierno de Cospedal ha logrado “frenar en seco el crecimiento de la deuda”.
