El presidente de la entidad financiera, Andrés Gómez Mora, asistió a este acto como muestra del firme respaldo de la cooperativa de crédito al sector agroalimentario de la región, el cultivo de la vid y el mundo del vino.
Caja Rural Castilla-La Mancha estuvo en la XXX edición del Día de Viticultor, organizado por ASAJA en el Auditorio López Torres de Tomelloso (Ciudad Real), como muestra de su fuerte respaldo al sector agroalimentario de la región, el cultivo de la vid y el mundo del vino.
La entidad financiera estuvo representada por su presidente, Andrés Gómez Mora, quien acompañó en este acto al presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato; el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio, Carlos Cabanas; el director general de Infraestructura y Desarrollo Rural del Gobierno regional, Miguel Cervantes; el delegado de la Junta en Ciudad Real, Antonio Lucas-Torres, y el alcalde de Tomelloso, Carlos Cotillas, entre otros.
Todos ellos presenciaron la conferencia sobre el sector vitivinícola ofrecida por el director general del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey.
A continuación se entregaron los galardones “Ganimedes” y “Venencia Ciudad de Tomelloso”, así como los premios y trofeos de distintos concursos organizados por ASAJA, acto en el que participó el presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha. Posteriormente se degustaron vinos de Tomelloso para todos los asistentes, amenizados con música.
Beneficio para los agricultores
Gómez Mora apostó por los vinos de la región, elogió su calidad y abogó por articular medidas que redunden en un mejor precio de la uva, “para que los agricultores puedan obtener el beneficio que merecen por su trabajo y vivir con dignidad, y sobre todo, para dar larga vida a las viñas”.
El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha recordó que la campaña del año pasado “fue muy complicada y de ella quedan secuelas importantes todavía”, por lo que deseó que la presente, en la que se prevé una menor producción, sea “el puente para regularizar este sector” e ir a unos precios rentables en un cultivo que consideró “vital para la economía de esta zona”, de Castilla-La Mancha y de España.
