La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha hecho llegar a los principales grupos políticos españoles que concurren a las elecciones europeas del 25 de mayo un manifiesto con catorce puntos en el que expresa que el sector agropecuario es parte importante en el tejido económico, social y territorial de la Unión Europea, con un modelo propio y diferenciado, unas estrictas normas de producción adaptadas a las demandas del consumidor europeo y gestor fundamental de cerca del 80% del territorio de la UE a través de la actividad agropecuaria y forestal.
Encabeza el manifiesto dos premisas fundamentales para los representantes de la organización agraria. La primera de ellas hace referencia a que el sector primario es estratégico en Europa, garantizando el abastecimiento de alimentos sanos, de calidad y a precios razonables para los 500 millones de ciudadanos de la UE. Asimismo, contribuye al compromiso de alimentar a una población mundial en continuo aumento.
La otra apunta que la sostenibilidad de la agricultura está íntimamente ligada a la rentabilidad y viabilidad de las explotaciones agrarias. Pues, solo a través de una actividad agraria dinámica, innovadora y emprendedora se puede garantizar una agricultura sostenible, que genere empleo y riqueza en los pueblos, en la industria y en servicios relacionados con la actividad agraria, manteniendo los más altos niveles de seguridad alimentaria, tanto en cantidad como en calidad.
14 puntos esenciales
A partir de estas dos premisas, desde ASAJA consideran necesario dar a conocer a los candidatos y sus formaciones sus propuestas, “esenciales de cualquier programa electoral”. La primera es la necesidad de contar con un presupuesto suficiente para la Política Agraria Común (PAC) más allá de 2020. También recogen la mejora de las condiciones de mercado, a lo que el Parlamento Europeo debe ser sensible y buscar las mejores condiciones para que el mercado retribuya dignamente a los productores.
Otras propuestas son la contemplación de medidas eficaces de gestión de los mercados ante situaciones concretas de crisis o sectores en riesgo; la mejora de la cadena alimentaria y una política de competencia adaptada a la realidad agraria; la importancia del relevo generacional para asegurar el futuro del sector; la reducción de la dependencia en proteínas vegetales, cuyo desequilibrio debe ser corregido en el interior de la UE a través de medidas incentivadoras para estos cultivos; apuesta por la innovación, la biotecnología y los bioproductos alternativos al petróleo.
Por último, demandan una política comercial coherente y equilibrada; el cumplimiento de los acuerdos y barreras no arancelarias; la protección al consumidor europeo; el control de importaciones para prevenir plagas y una apuesta firme de la promoción de los productos de calidad, dentro y fuera de la UE.
Demandas a los parlamentarios
En cuanto a los parlamentarios españoles que resulten electos les piden máxima implicación y concienciación de que la actividad agrícola nacional es fundamental en la economía actual y, por ello, deben hacer valer su peso en el seno de la UE, así como defender la imagen de la misma.
