La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha calificado como “dolorosa” para el sector vitivinícola la medida consensuada ayer entre representantes del Magrama y del propio sector por la que se prevé retirar del mercado hasta un máximo de 4 millones de hectólitros, que se destinarán a destilación para fines energéticos o industriales, mediante el sacrificio de los productores.
No obstante, la Organización Agraria ha reconocido que era la única opción que quedaba para aliviar la actual situación de stocks, los problemas de capacidad y reactivar los mercados de cara a la próxima campaña, que se inicia el 1 de agosto, y, por lo tanto, espera que esta medida no se utilice para provocar una bajada de los precios de la uva y del vino.
ASAJA de Castilla-La Mancha ha lamentado que se tenga que llegar a este extremo cuando desde la Administración y desde el propio sector se disponen de otros mecanismos para intentar normalizar las campañas vitícolas mediante una regulación del sector.
En este sentido, ha subrayado que la retirada de vino del mercado es una medida coyuntural y a corto plazo para resolver una situación urgente pero debe ir acompañada de otras iniciativas estructurales como así se recoge en el acuerdo alcanzado con el sector vitivinícola.
La Organización se ha referido a la importancia de limitar la producción vitícola y llevar un control estricto en las declaraciones de producción y existencias para garantizar la calidad de los datos, además de otras medidas como el seguimiento del mercado para garantizar su total transparencia o el desarrollo normativo de las organizaciones de productores.
ASAJA de CLM confía en que tanto las Administraciones como el sector tomen cartas en el asunto para evitar una situación similar de excedentes en próximas campañas y para ello insiste en la necesidad de que el sector vitivinícola esté organizado a través de una Interprofesión Nacional.