Artículo remitido por José Ángel López Navarro.
¿Qué quieres ser de mayor?
Es una de las preguntas más comunes que hacemos a los niños, que nos hicieron de pequeños (y no tan pequeños) y que nosotros mismos nos hemos hecho alguna vez. No es una pregunta cualquiera, si sabemos responderla es qué tenemos claro que aspiramos a ser en esta vida, que queremos ser cuando crezcamos, y esa decisión determinará el resto de nuestra existencia en gran parte, será el camino que deberemos tomar para llegar al rumbo fijado.
Somos lo que queremos ser, pues nosotros lo decidimos desde nuestra libertad, aunque a veces nos influya papá o mamá, el tío o la tía o quizás un amigo o un profesor del Colegio. Pero estarán de acuerdo conmigo, en que en cualquiera de los casos es una decisión vital, si tenemos claro lo que queremos ser, sabremos hasta donde queremos llegar y pondremos todas nuestras fuerzas, imaginación, ganas, trabajo,…etc., todo, en esta ardua tarea. Cuando estemos en ello, tendremos objetivos que podremos o no cumplir, llegaremos o no finalmente al destino esperado, quizás cambie ligeramente, pero si sabemos lo que queríamos ser, al menos sabremos si estamos cerca o cuán lejos nos hemos quedado. Es importante tener claro lo que uno quiere para sí mismo y los suyos, pues nos permite avanzar, construir un proyecto vital, hacia un horizonte que se mueve con nuestro propio caminar. Es importante saber dónde uno quiere ir para poder ubicarse, en Geografía suele decirse que el único que está realmente perdido es el que no sabe a dónde va, y estimados vecinos, eso es lo que le ocurre a la ciudad de Tomelloso.
Creo que nunca como ciudad nos hemos hecho está gran pregunta ¿Qué queremos ser? ¿Dónde queremos llegar? ¿Qué debemos hacer para lograr nuestros objetivos?. Es fundamental para los ciudadanos, los agentes sociales, los políticos y para, en general, toda la realidad social y económica de un municipio, hacerse la trascendental pregunta. A lo que una ciudad quiere ser le llamamos “Modelo de ciudad” y constituye el proyecto colectivo, el de todos gobierne quien gobierne, un proyecto que parte de la base de cómo vemos hoy en día nuestra ciudad y cómo nos gustaría verla en adelante. Este proyecto consensuado, coherente y realista, fijará un determinado Programa de Actuaciones, que serán los pasos a seguir, para una vez sabemos a dónde queremos llegar, constituir los objetivos concretos que queremos alcanzar y saber que tenemos que hacer para cumplir cada uno de ellos, tanto en trabajo como el precio que ello tiene. Se trata de fijar, partiendo desde un punto determinado que puede ser ahora mismo, la imagen de ciudad futura que queremos tener en un período de años lógico (suelen ser 10,20 o 30, depende de la ambición). Una vez fijado el destino, se trata solo de movernos, de crear una estrategia para que se cumpla nuestro deseo comunitario, plantear inversiones, establecer prioridades, etc. todo ello irá encaminado a lograr un objetivo último, cada inversión, cada cosa que se construya, cada calle que se asfalte, lo que sea… servirá a un fin mayor, todo tendrá sentido, pues serán partes de un engranaje de una máquina mayor. Si sabemos a dónde queremos ir, todo lo que hagamos nos acercará a ello, finalmente seremos justo lo que queríamos, quizás un poco más o quizás lo rocemos, pero al menos todo el tiempo sabíamos a donde nos dirigíamos.
En Tomelloso eso no existe, a nivel de ciudad, a nivel urbanístico, todo se improvisa, no existe un Plan mayor, no vamos a ningún sitio. Tomelloso se oxida, pierde su aspecto digno (el que se merece), surgen cosas y desaparecen, mueren proyectos y otros fraguan de casualidad. No sabemos a dónde vamos, y por tanto, no sabemos que tenemos que hacer, por eso, como no tenemos norte la ciudad se aproxima a un declive que nadie comenta y todos intuyen. Hemos llegado a tener una tasa de desempleo del 30%, no hay ninguna actividad que realmente “tire del carro”, el sector servicios no termina de despegar como debería, la industria está estancada, han cerrado muchas empresas, ERE’s; la construcción se ha desinflado tras un proceso de crecimiento especulativo.
Eso sí, nos queda el Campo, pero el campo no puede darnos trabajo a todos, es imposible, nos queda asociado al Campo nuestra industria de transformación agraria, que gracias a su tejido Cooperativista se mantiene activo y permite a muchas familias vivir de forma digna, una industria de la que me gustaría escribir más detenidamente en otro artículo y que es sin duda alguna el corazón económico de Tomelloso. Y eso pese a que no se le trata ni se le atiende como debería, abandonada por ser Cooperativa (constituida por jefes cada uno de sus tierras y socios con intereses comunes), un tejido asociativo laboral, no esa porquería precaria del autoempleo y el miedo de llegar a fin de mes, si fueran Sociedades otro sería el trato, os lo prometo. Al caso:
La gente joven se marcha, terminan sus estudios y se quedan fuera, les va mejor en Madrid, en Alicante, en Sevilla, emigramos, ¿no conocéis a nadie en esta situación?. Tomelloso vive en un contexto muy próximo que se asoma al precipicio, si la población va a envejecer y muchos jóvenes se marchan ¿perderemos población?. El Instituto Nacional de Estadística dice que sí, asegura con proyecciones demográficas fiables que en 2050 la provincia de Ciudad Real tendrá 30.000 habitantes menos. ¿Volveremos a perder población como en los años ’60 si no se recupera la economía local?.
¿A dónde quiero ir a parar?
El Plan General de Ordenación Urbana de 1984 caduco, según indica su Memoria en el año 1992, pues preveía una validez de ocho años, es decir, el documento que debería fijar lo que Tomelloso tenía que ser de mayor está obsoleto. Eso explica la actual política de improvisación gubernamental, la falta de ideas, y en general, la falta de un proyecto claro que nos conduzca a algo como ciudad y que se traduzca en progreso, desarrollo, una economía dinámica y por tanto puestos de trabajo y empresas que abran y no que cierren. Estamos muy mal a nivel local, y es porque sencillamente nadie capitanea este barco, hemos encallado, el capitán se marchó a tierras lejanas montado en barcos más prósperos. No tenemos ni proyecto ni líder, ¿os habéis fijado?. Nadie gobierna Tomelloso, porque el capitán no tiene aquí su mente, él no se juega nada pues surca las aguas en otro barco. Zozobramos.
Miremos alrededor, ¿Es Tomelloso un ejemplo de lo mal que se pueden hacer las cosas o es que La Mancha está así de mal?. Me gusta siempre comparar cada realidad con su entorno próximo, y el caso que nos atiende es flagrante. ¿Qué pasa con otras ciudades como Manzanares, Alcázar de San Juan, Valdepeñas o una agrociudad como Villarobledo?.
Ciudades de distinto color político, que si han tenido proyectos urbanos, modelos de ciudad y que han sabido llegar a dónde querían, o al menos lo han intentado. La situación varía según cada una, pero lo cierto es que tienen menos paro proporcionalmente que Tomelloso y su tejido económico está menos deteriorado que el nuestro. Haré un breve repaso:
Manzanares. Ciudad logística, nodo de transportes por excelencia, han sabido aprovechar su favorable situación y se han erigido como una de las ciudades con mayor número de empresas de transporte, locales, regionales, nacionales e internacionales de la Comunidad. Junto con ello, talleres y Concesionarios. Quisieron ser una ciudad de transporte, apostaron por el suelo industrial de calidad bien conectado a las Autovías y al tren, y lo han logrado.
Alcázar de San Juan. Ciudad administrativa y de Servicios por excelencia. Quisieron ser un centro de referencia para el Ocio y el Comercio, lo han logrado. Tuvieron Centro Comercial antes que nadie, restaurantes de comida rápida, calle comercial que conjuga la franquicia con el negocio local, bellos paseos y bulevares, un cine de calidad, restaurantes y bares integrados en un complejo de ocio envidiado por todos. Un Hospital de referencia. Y su tren, conectados perfectamente con 17 capitales provinciales españolas.
Pretendieron ser una ciudad de servicios y pusieron su modelo urbano a este fin. No se olvidaron de la industria, García Baquero es de allí.
Valdepeñas. Una ciudad de vino, como nosotros. Bodegas y Cooperativas que producen caldos de gran calidad, para mí, los nuestros son mejores, pero ellos supieron venderse, asociaron territorio al vino e hicieron “Place Branding” (marca del lugar), la gente pide Valdepeñas, pide un vino con el nombre de una ciudad. Tienen una industria del vino, turismo en torno al vino, restauración en torno al vino, sus Ferias giran en torno al vino. Además tienen la UNED, y un importante eje comercial para abastecer a su comarca de comercios y servicios. Una ciudad que sabía que de mayor quería ser la cuna del vino.
Villarrobledo. Una ciudad agroindustrial como nosotros, viven del Campo, tienen sus viñedos pero también sus cereales. Han sabido desarrollar una interesante industria de envasado y transformación de productos agrícolas, han creado sus marcas Caballero, Fuente Liviana, Forlasa,…etc. La crisis les ha tocado, pero sus agroindustrias funcionan, tienen suelo de calidad y han aprovechado el transporte en todas sus formas. Además, supieron ver el progreso en forma de música, es la sede de uno de los festivales de música Rock y Hip-Hop más asentados y afamados de España, el ViñaRock, gente de toda España conoce la ciudad, peregrina a ella una semana al año y gasta su dinero allí.
Todas estas ciudades cuentan con menos tasa de paro que la nuestra, con un tejido social y económico que parece fuerte pese a la crisis, conviven con el negocio local. En síntesis, la industria familiar y la PyME de Tomelloso, vagamente apoyada por nuestro gobierno local si no es para la foto de turno, ha sufrido el fuerte impacto de la crisis, el tradicional sector del metal está resentido, mucho, la construcción (que fue a falta de proyección por parte de nuestro Ayuntamiento, un sector que absorbía más afiliados a la Seguridad Social que la propia industria), se ha desmantelado, el dinero fácil, fácil se va ¿Qué queda en Tomelloso que realmente funcione? ¿Cómo se apoya al negocio local?. Tenemos muchas naves vacías, suelo industrial convertido en Barbecho ¿Qué estrategias hay para llenar el millón y medio de metros cuadrados de suelo industrial vacío?. ¿Es qué no nos han echado una mano desde fuera?. A Tomelloso entraron millones de euros que ahora criticamos como deuda recibida, en forma de Hospital, dos nuevos Colegios, Pabellón polideportivo, Planes de Empleo, dos Autovías, etc. otras ciudades recibieron inversiones que acoplaron a su Modelo de Ciudad, menores que las nuestras, y les ayudo a llegar a ser antes lo que querían ser. A nosotros estas inversiones por desgracia no nos han ayudado, no sabíamos lo que queríamos ser, no lo sabemos actualmente.
Una ciudad como la nuestra que carece de modelo, no puede ir a ningún lado por mucho que nos ayuden. Tenemos que saber a dónde queremos ir, tenemos que saber qué queremos hacer y tenemos que saber quién liderará el proyecto. Además, les haré una confesión personal, lo que me duele de verdad de todo esto, es lo siguiente: ¿no podría ser Tomelloso una ciudad del Vino con más entidad que otras? Sí, es nuestro modo de vida, tradición, patrimonio, arquitectura (la poca que nos queda), y entonces ¿Por qué no se articulan propuestas reales de aprovechamiento de nuestro vino, su marca, sus instalaciones? el turismo enológico…, por qué no somos la ciudad agroindustrial por excelencia de La Mancha, si nuestro tejido es bueno, por qué no hay más industria y servicios auxiliares que apoyen el sector, más investigación y patentes, más valor añadido; Tomelloso podría ser una consolidada ciudad de servicios, una referencia comercial, cabecera de Comarca clara para el ocio y las compras, pero no despegamos, el cine que sobrevive a duras penas sin oferta apenas de servicios de restauración asociados…; ¿Qué pasa con el transporte? Podríamos ser un nodo logístico de referencia, tenemos un nudo de autovías, suelo de calidad, transportistas locales, una enorme flota de camiones, empresas exportadoras.
¿Dónde está la veleta qué sepa girar en dirección a los vientos favorables para nuestra ciudad?