Ismael Álvarez de Toledo, nacido en Tomelloso, es periodista y escritor. Asiduo colaborador de periódicos y revistas como ABC, Diario Vasco, Tribuna de Albacete, Diario Montañés, Lanza, Pasos, El Ideal de Granada, Canfali, etc. Columnista en El Mercurio y La Nación de Chile. Como comentarista político ha publicado más de setecientos artículos. Es autor de numerosos escritos sobre gastronomía y viajes. En la actualidad es presidente de la Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios (PROAGRO), Vicepresidente del Grupo General de Gourmet, Vicepresidente de la CCRE, representando a España, y vocal del Consejo Iberoamericano de la Calidad Educativa.
Además es miembro numerario de varias Órdenes Militares de España, del Real Oratorio del Caballero de Gracia, Presidente de la Cofradía del Queso Manchego, miembro de la Hermandad de antiguos Caballeros Legionarios, del club Militar Las Lanzas, Secretario General de la Federación de Cofradías Gastronómicas de las Regiones de España, Alcaide de Honor del Castillo de Peñafiel.
Ismael Álvarez de Toledo, presenta este sábado 29 de junio a las ocho y media de la tarde, en el Casino San Fernando de Tomelloso. su novela “Diario de una terrorista”. Una obra realista, narrada en primera persona, donde la protagonista, una etarra, relata los hechos que han marcado su vida.
— ¿Cuándo comienza a escribir?
—Podría decir que la inquietud por escribir la he tenido siempre; primero, de pequeño cuando me inventaba historias y las plasmaba en un cuaderno. Probablemente porque me gustaban y no quería que se me perdieran de la memoria. Ya de adulto, seguí escribiendo por esa necesidad que siempre he tenido de contar cosas y ser crítico con el mundo que nos rodea.
— ¿Cuándo decide que lo que escribe merece la pena ser leído?
—Cuando uno escribe de manera vocacional, no piensa que lo que escribe vaya a ser puesto en valor por los demás. Escribir siempre merece la pena. Llegar a la conclusión de si gusta lo que escribes o no, viene dado por las críticas o alabanzas que te puedan hacer aquellos que se arriesgan a leer y a entender lo que quieres contar.
—Periodista y escritor ¿en qué faceta se mueve mejor?
—Indudablemente en la de periodista. En el momento actual, son más de mil artículos periodísticos los que llevo publicados, en diversos medios, nacionales y extranjeros. El periodismo es la manera más cercana que tiene un escritor para estar en contacto con sus lectores y poder contar y opinar de lo que pasa en el mundo. Yo concibo a un escritor, como un periodista que se arriesga a crear un mundo paralelo entre lo que es real y lo imaginado.
—Además es un aguerrido defensor del queso y su cultura…
—Si algo simboliza a nuestra Región fuera de nuestras fronteras, que es donde toman verdadero valor las cosas; es el Quijote y el queso manchego. El primero, es de tanta importancia cultural que no necesita presentación y, del segundo, puedo afirmar que es la punta de lanza de todos los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha. En cualquier país nos conocen por estas dos cosas y sobre el queso manchego y la cultura que se esconde, a través de su historia, queda aún mucho camino por recorrer.
—¿Diario de una terrorista es su primera novela?
—Si nos atenemos a lo estricto del término, en materia literaria, ésta sería mi primera novela, independientemente de que esté basada, en todo o en parte, en hechos reales. Y en esos mismos términos, tengo publicado un ensayo sobre una reflexión filosófica “Diálogo Interior”, que también contiene una primera parte novelada. Por tanto, podría decir que tengo dos obras publicadas, a las que se les puede catalogar con varios términos literarios.
— ¿Qué ha supuesto para usted Diario de una terrorista?
—Lo que ha supuesto no podría decirlo hasta que pasado un tiempo haga balance de esta empresa, que aún está por concluir. Antes de empezar a plasmar los primeros capítulos sentía la incertidumbre que acompaña a cualquier escritor que cuenta cosas que aún están sucediendo. En 2004, que es cuando me decidí a escribir acerca del mundo de ETA y, concretamente de una de las más conocidas activistas, sentía que me apartaba del mundo literario por el que quería caminar, como escritor, pero al mismo tiempo estaba apostando por algo que nunca nadie había hecho antes. Todo lo que hay escrito sobre ese tenebroso mundo está hecho desde este lado; es decir, nosotros somos los que opinamos y juzgamos una serie de comportamientos que para nada pueden reflejar algo de verdad. En este caso, se trata de la confesión de una etarra, que desde dentro, critica a la banda terrorista, a su entorno, a los políticos y a todos los que de alguna manera han contribuido a que ETA permanezca entre nosotros demasiado tiempo y con demasiada sangre.
—¿Qué hay de usted en ella?
—En esta novela, lo único que puede haber de mi, es un conocimiento experto, por diversos motivos, de la realidad que ha existido y que aún persiste en el País Vasco. Tanto desde el punto de vista sociológico, como desde la visión que se pueda tener como crítico, pero sin obviar ni olvidar que se trata de una sociedad diferente a la nuestra.
—¿Qué va a encontrar el lector en esta novela?
—El lector, sea crítico o juicioso, lo que va a encontrar es un relato basado en hechos reales. Un relato ambientado en una zona concreta de España, como podría serlo en cualquier otra parte del mundo con una realidad similar a esta. Va a encontrar una realidad cotidiana, sin censuras, sin mentiras, sin que prevalezca la ideología de nadie, ni los sentimientos o la carencia de ellos, en un momento determinado. Este relato es a la vez histórico y real, sin enmascaramiento alguno, propio de las novelas. A veces dolerá su lectura, pero no por ello se estará faltando a la verdad. Esta historia ha sucedido así y yo la cuento tal como ha sido.
—Es una historia de amor en aquellos tiempos de plomo… ¿el amor siempre prevalece?
—El amor siempre prevalece, en cualquier faceta de la vida. Por amor se mata, por amor se muere, desde el principio de los tiempos. El amor es tan extenso que puede llevarse a un trabajo, una ideología, una relación, etc. El amor es, en suma, un concepto universal que sirve para definir las relaciones entre los seres humanos.
— ¿Cuánto tiempo le ha llevado componerla?
—Empecé a tomar las primeras notas cuando conocí la vida del personaje que sirve de protagonista, allá por 1998, pero en forma de novela, no fue hasta el 2002 cuando me puse manos a la obra, y el registro en la propiedad intelectual lo hice en 2004. Por lo tanto, ha sido un trabajo de casi diez años, entre apuntes y manuscrito.
—También se mueve en las redes sociales como pez en el agua. Parece ser que un autor en estos tiempos ha de estar presente en ellas. ¿Cuál prefiere?
—Lo cierto es que cualquier persona que realice una actividad creativa, sea del tipo que sea, no puede permanecer ajeno a las redes sociales, ya que son un escaparate por donde pasan miles de personas. Personalmente me inclino por Facebook, porque considero que es la más completa de todas ellas y la que más y mejor actúa sobre los planteamientos intelectuales de las personas que nos vinculamos con esta Red.
— ¿La búsqueda de editorial es tan farragosa como se cuenta?
—La búsqueda de una editorial tiene mucho que ver con el perfil del autor. Si se trata de alguien conocido y con un reconocido bagaje literario, lo tiene más fácil a la hora de gestionar conceptos editoriales con grandes empresas. En mi caso, he preferido tratar con una editorial solvente, desde el punto de vista de la distribución, porque así me garantiza la presencia de la novela en todo el territorio nacional. Pero como en todos los negocios y sobretodo en la literatura, el que menos percibe es el que se dedica al cultivo, ya sea de letras o de cualquier otra cosa.
—Presenta la novela este mismo sábado en Tomelloso. Ha querido hacerlo en su ciudad, estar con los suyos…
—Esto es algo que me impuse cuando empecé a escribir, tanto si lo que hacía era bueno como si era menos bueno. Mi primer libro “Diálogo Interior” lo presenté en Tomelloso, y pienso seguir haciéndolo en un futuro, porque a pesar de llevar residiendo en Madrid unos treinta y cinco años, sigo muy vinculado a mi ciudad natal y a mi gente.
—¿Qué prepara? ¿Tiene otra nueva historia en el horno?
—En estos momentos estoy escribiendo una novela de intriga, ambientada en el Barcelona de posguerra, con unos personajes que mantendrán viva y emocionante la lectura de este nuevo proyecto literario.
Ismael Álvarez de Toledo.
Editorial Seleer.