Desde este sábado de Romería, hasta el 12 de mayo, en la primera planta de la Posada de los Portales, expone sus fotografías José Manuel Franco. De algo tan de Tomelloso como son los bombos, representados en fotos admirables y muy cuidadas.
José Manuel Franco es fotógrafo, aficionado asegura, toda su vida. A este madrileño, tomellosero consorte, cuando empezó a venir las primeras veces a esta tierra, veía la planicie como algo vacio, en dónde no encontraba nada que representar. Poco a poco fue descubriendo el paisaje de llanura, del que se enamoró.
Para el artista los bombos son unas construcciones excepcionales, en Mallorca hay unas parecidas, levantadas miles de años antes de Cristo. Estas edificaciones solo se dan en unos pocos sitios y nosotros tenemos la suerte de poseerlas.
Estas obras, los bombos, están hechos desde el conocimiento y la experiencia, señala, para aprovechar el terrero; lo que da la tierra. Los bombos fueron hechos para transformar el paisaje por el hombre, en el sentido más histórico. Son la unión de la tierra el cielo y el hombre.
Ha usado muchas técnicas para registrar las fotos de esta exposición, fotos de día, cuando la luz está en su momento, la orientación de las puertas dificulta fotografiarlas, salvo cuando el día tiene su textura. También hay fotos nocturnas, iluminadas con varios focos, mara remarcar la textura del bombo.
Para Franco los bombos son unas formas muy puras, dentro de la pureza de cielo y tierra, sin más elementos. Composiciones muy simples y a la vez muy interesantes, remarca.
Está trabajando en paisaje de Tomelloso y manchego, también en otra serie sobre los molinos y sobre fotos urbanas de Tomelloso, tiene una serie sobre la feria. También está haciendo fotografías de bodegas, la industria del vino, desde el bombo, lo más antiguo, hasta las modernas bodegas actuales.
Para acabar, el artista muestra su agradecimiento a todas las personas que conservan sus bombos.
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