Algunos hemos terminado hastiados de nuestra semana grande por el trabajo y las obligaciones familiares, que en estas fechas más que nunca hay que compatibilizar. Una de las últimas noches, la sonrisa de la ferianta me llenó de energía pensando en las ferias que puede llevar a sus espaldas. Sin complejos, con aguante y entereza, esta gente es un ejemplo para todos. Hasta el año que viene amiga.